5 lecciones que nos dejaron Constanza y Plutarco sobre el divorcio cuando hay hijos

Una de las series que está cobrando mucha popularidad y se está convirtiendo en la favorita de los usuarios de la tv por streaming es «100 días para enamorarnos». Por esta razón, te compartimos algunas de las mejores lecciones de Constanza y Plutarco al enfrentar un divorcio cuando hay hijos de por medio.

Esta serie se está convirtiendo en una de las preferidas. ¿La razón? Rompe con muchos de los moldes que se tienen preconcebidos sobre los matrimonios y lo que ocurre cuando hay una separación. La manera en que abordan esta decisión debería servir de ejemplo en aquellos matrimonios que están considerando acabar con la relación.

Constanza y Plutarco tienen un comportamiento que debe ser analizado por los expertos en terapia de pareja e incluso por psicólogos infantiles; principalmente porque mucho de lo que hacen es completamente opuesta a lo que los padres deben buscar con respecto al bienestar mental y emocional de los hijos.

Daniel y José Martín Cuesta Franco son los hijos de los protagonistas de esta serie que cuenta con las actuaciones de Ilse Salas como «Connie» y de Erick Elías como «Plutarco», el matrimonio que firma un contrato previo a la decisión de divorciarse con tal de saber si es lo más adecuado el separarse.

¿Cuáles son los principales errores de los protagonistas?

• No son claros

Uno de los principales problemas de este matrimonio en problemas es el hecho de que no hablan con la verdad con sus hijos; los confunden y no los hacen parte de este proceso de separación que puede ser muy traumático o complicado para ellos. Principalmente porque los primeros en sentirse confundidos son los propios Constanza y Plutarco al no ser tajantes con su elección.

• Juegan con las emociones de sus hijos

José Martín, el hijo más pequeño del matrimonio, tiene aún la esperanza de que sus padres se reconcilien. Las acciones que ambos toman pueden resultar hasta dañinas con respecto al vínculo con los hijos. No les hacen saber que están en un proceso en el que decidirán cuál es el rumbo de la familia y mantienen encendida la llama de la esperanza sobre un posible reencuentro.

• No ponen barreras de espacio

Constanza y Plutarco no asumen que sus hijos están en medio de todo; al grado que ambos llevan a sus nuevas parejas a los respectivos lugares donde viven. Esto puede llegar a ser hiriente con los hijos ya que no comprenden qué rol juegan estos nuevos personajes en la dinámica familiar.

Mientras que al hijo adolescente le resulta irrelevante, al más pequeño le surge el deseo de convertirse en amigo de todos los galanes que su madre lleva a casa.

• Dan explicaciones confusas

Otro problema es el de no establecer con los hijos el acuerdo que hicieron como padres; si bien no se les deben dar todos los detalles, es importante expresar los escenarios posibles. ¿La razón? En esta historia, el hijo mayor comienza su faceta rebelde a raíz de esta posibilidad de divorcio: sin embargo, esto lo hace exponerse a situaciones peligrosas.

• Se ponen a ellos mismos como prioridad

Si bien un divorcio puede ser una oportunidad para reencontrarse de forma individual, no es un pretexto para llevarse a los menores «entre las patas». Y es que cuando Daniel entra en su faceta rebelde, al mismo tiempo se percata que a su hermano le hacen bullying, razón por la que asume un papel que no le corresponde: el de adulto responsable.

¿Qué se debe hacer en estos casos según los expertos?

La principal pauta para afrontar una ruptura matrimonial es la de actuar con responsabilidad en cuanto a la protección de los menores.

«Los padres deben asegurarse de que su divorcio o separación no repercuta negativamente en la calidad de vida de sus hijos menores y, además, les afecte lo menos posible. Para ello deben tener en cuenta sus circunstancias personales y profesionales para que ejerzan la custodia de forma correcta y adecuada», explica el abogado Juan Manuel Sierra al sitio especializado «Divorcios».

Ser claro con los hijos, no usarlos como mensajeros o mediadores, poner reglas claras, evitar que hagan vínculos con parejas no estables son otras recomendaciones de los terapeutas.

 

 

 

 

 

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