¿Obligarlo o dejarlo ser? Qué hacer cuando tu hijo adolescente no quiere hablar contigo
¿Por qué mi hijo adolescente no me habla? Si estás pasando por esta situación, seguro...

¿Por qué mi hijo adolescente no me habla? Si estás pasando por esta situación, seguro has buscado consejos para padres que te puedan ayudar a resolver esta pregunta. Y es que la mayoría ha visto a sus adolescentes con humor cambiante a lo largo del día.
Puede llegar a ser muy difícil apoyar a nuestros hijos cuando se les ve claramente molestos o cuando rechazan alguna invitación para conversar. Si les preguntamos si todo está bien y nos contestan de forma fría, podemos sentirnos heridos por este rechazo, pero no es personal, hay razones cuando guardan sus problemas.
¿Te imaginas cuáles son? Te contamos:
1.-Piensan que hablar no soluciona nada
Muchos chicos pueden llegar a pensar que hablar sobre sus problemas no los ayudará a procesarlos o a superarlos, sin embargo, como no nos tomamos personal que ellos enfermen de gripe, por ejemplo, tampoco deberíamos hacerlo con sus cambios de humor.

Muchos pueden pensar que hablar no sirve de nada | Fuente: Unsplash
Sin profundizar en qué es lo que sucede, podemos hacer un acompañamiento empático en el que les preguntemos si hay algo que podamos hacer para que se sientan mejor: «¿Quieres que te acompañe en silencio o prefieres estar solo?», «¿Hay alguna comida que te haga sentir mejor?, quieres ver algo en la televisión?».
Cuando no conocemos la fuente del dolor de nuestros hijos, debemos actuar suponiendo que se sentirá mejor pronto. Claro que hay señales que pueden ponernos en alerta de que nuestros hijos se sienten mal todos los días. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, el bienestar psicológico es como el físico: la gente enferma, pero se recupera.
2.- Temen repercusiones negativas
En ocasiones es inevitable emitir juicios de varias situaciones cuando estamos frente a nuestros hijos adolescentes. Quizá nos lleve a perder los estribos e, incluso, cometer el error de gritarles. Es muy importante reconocer que ellos, al igual que nosotros como adultos, también cometemos errores. Entender esto ayudará a que la comunicación sea mucho mejor.

Evitemos los juicios cuando nuestro hijos nos cuenten lo que les pasa | Fuente: Unsplash
Quizá por la mente de nuestros hijos estén pasando muchas dudas, ven el panorama general y no sólo el problema en sí, por ejemplo, si una amiga se asustó porque pensó que estaba embarazada y lo cuentan, «¿será que mamá o papá se pongan raros cuando quiera salir con esta amiga el próximo fin de semana?, ¿me prohibirán salir con ella?», «abollé el coche, ¿ya no me dejarán manejar?».
Si hay momentos en que sí quieran compartir sus preocupaciones, debemos mostrar empatía y comprensión: «Sé que estás preocupado por lo del auto, ¿qué sugieres para arreglar la situación?» o «seguro que tu amiga debió asustarse mucho, ¿cómo está ahora?».
3.- Les preocupa una reacción equivocada
Nuestros hijos nos conocen mejor que nadie, nuestros pequeños gestos e impulsos. Si tu hijo se siente muy mal porque reprobó un examen y sabe que si te lo comenta le dirás que debió haber estudiado más, no tendrá una disposición a hablar. Es muy importante que pensemos dos veces decirles un «te lo dije», pues puede haber implicaciones a largo plazo.
Si crees que esta pueda ser una de las barreras de comunicación, mantén la calma y escucha, evita estar a la defensiva. Pregúntale: ¿te preocupa que pueda tener una mala reacción? Esto puede iniciar una conversación muy importante y puedes ayudar a que se den mejores charlas en el futuro.

A veces nuestros hijos pueden temer una reacción equivocada | Fuente: Unsplash
4.- Saben que los padres ‘chismean’
Quizá lo que más preocupa a tu hijo o hija adolescente es que puedas llegar a compartir eso que te contaron con alguien más. Muchas veces podemos confundir noticias importantes con grandes secretos de nuestros hijos. Es de vital importancia prometerles (y cumplir) un alto grado de discreción en casa y fuera de ella.
Si has cometido indiscreciones en el pasado, disculparse es lo más sano por hacer. Si quieres que haya cambios en la forma en la que tú y tus hijos se comunican, de forma amable garantiza la discreción y tu apoyo moral. Es importante establecer los límites de lo que se puede mantener en privado, como el caso de situaciones graves, en las que él o algún compañero esté en peligro.
Recuerda que tus hijos valorarán mucho más que les ofrezcamos apoyo en general, un acompañamiento empático, apoyar cariñosa y amorosamente a nuestros hijos. En la adolescencia es complicado mantener la perspectiva, pues su desarrollo es tan rápido que los hace perder en ocasiones su estabilidad emocional. Les preocupa no volver a sentirse bien de nuevo.

Acompañar a nuestros hijos de forma amorosa puede facilitar la comunicación | Fuente: Unsplash
Es importante recordar que debemos brindarles herramientas para que aprendan a manejar sus emociones, si somos fuertes, ellos también. Cuando los aceptamos y no nos asustamos con su indescifrable actuar, les enviamos un mensaje reconfortante y poderoso: Puedo soportar lo que estás pasando y tú también puedes.
Si este tema te gustó, quizá también revisar esta guía para criar hijos exitosos.
¿Qué piensas sobre estos consejos para padres cuando un hijo adolescente no quiere hablar?
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