¿Cómo cultivar girasoles en maceta? Conoce todos sus cuidados
Aprende cómo cultivar girasoles en maceta y comienza a disfrutar de esta hermosa planta con...

Aprende cómo cultivar girasoles en maceta y comienza a disfrutar de esta hermosa planta con flor perfecta para decorar y dar vida a tu hogar. Te explicamos todos sus cuidados a continuación.
Dar o recibir girasoles como obsequio siempre es muy lindo, y más bonito es tenerlas en casa por unos cuantos días aunque como toda flor que se corta, su esperanza de vida es realmente corta. Por ello, vale mucho la pena aprender a cultivarlos por cuenta propia para así disfrutar de su belleza por mucho tiempo más.
Y si bien cultivar girasoles en casa es relativamente sencillo, son plantas con flor que sí necesitan de cuidados específicos para su mejor desarrollo. Pero antes que nada, debes sabes qué tipo de girasol te conviene más a la hora de querer empezar su cuidado.

Hay hasta 70 tipo de girasoles diferentes | Foto: Pixabay
De las 70 especies de girasoles que existen, hay que diferenciar entre los enanos, perfectos para cultivar en maceta, y los gigantes, que se cultivan directamente en la tierra en el exterior. De los enanos, las mejores especies son las llamadas Big Smile, Teddy Bear y Sunspot. Una vez que tengas las semillas debes realizar lo siguiente…
¿Cómo y cuándo cultivar girasoles en maceta?
Prepara primero tus semilleros con una mezcla de turba, humus de lombriz y fibra de coco. Una hora antes de introducir las semillas en la tierra, mételas en agua para que se ablanden. Después, colócalas de dos en dos o de tres en tres sobre la superficie y echa una capa de la mezcla anterior. Riega los semilleros moderadamente.
A los 10 días, verás como empiezan a brotar y al cabo de otros 10 o 20 días, ya estarán listos para el trasplante a la maceta.

Si los cultivas a finales de invierno empezarán a brotar en primavera | Foto: Pixabay
Recordemos que los girasoles son plantas anuales que alcanzan su máximo esplendor en verano, por lo que lo ideal es sembrarlas a finales del invierno. Así te ofrecerán los primeros brotes en primavera y crecerán hasta que florezcan en verano.
Maceta y sustrato
Los girasoles son plantas que necesitan un buen drenaje para que su sistema radicular no se pudra por el exceso de agua. Así que asegúrate de conseguir una buena maceta y que al menos tenga unos 50 o 60 cm de altura, ya que su sistema de raíces puede llegar a medir lo mismo que el tallo que es de 30 cm a un metro.
Para el sustrato, ocupa el mismo que utilizaste para germinar las semillas. Debe ser una mezcla de fibra de coco, turba y hummus de lombriz para contar con el fósforo y el potasio para un rápido crecimiento. También añade un poco de perlita ya que mejorará no solo el drenaje, sino también la retención de humedad.

Asegúrate de conseguirles una buena maceta | Foto: Pixabay
Riego y luz
Aunque los girasoles necesitan constante humedad, son muy sensibles al exceso de agua en el sustrato. Así que es mejor regar más veces y poquito que darles riegos muy espaciados y abundantes.
Una buena forma de saber cada cuánto darles agua es metiendo un palo o el dedo en la tierra; si sale con humedad es que no necesita agua, pero si sale seco, debes regar tus girasoles. Asimismo, es mejor que el riego sea a última hora del día, para que el calor y el agua no los quemen.
En cuanto a la luz, tan solo recordemos que su mismo nombre nos indica que es una planta de mucho sol. Requiere al menos unas seis horas diarias de luz solar directa, por lo que lo mejor es tener tus girasoles en una terraza o balcón, o si estarán dentro de casa, colocarlos en un lugar muy iluminado. Recuerda también que aguantan bien el calor, aunque no toleran las temperaturas frías extremas.

Literalmente son plantas de sol | Foto: Pixabay
Finalmente, toma en cuenta a la hora de cultivar girasoles que es una planta anual, es decir, crece, florece, da sus frutos y muere, alcanzando su máxima belleza durante el verano. Por lo que si buscas disfrutar de flores durante más tiempo, puedes realizar el cultivo de manera escalada, plantando semillas cada varias semanas.
Por otro lado, no olvidemos que también podemos cosechar sus semillas para continuar reproduciendo los girasoles. Para esto, deja que las semillas maduren en el tallo y, cuando empiecen a caer, corta el tallo 2 cm por debajo de la cabeza del girasol.
Para almacenarlas y así sembrarlas la siguiente temporada, colócalas sobre papel de cocina y deja que se sequen durante varios días. Después mételas en un recipiente con tapa y guárdalo en una zona fresca y oscura.
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