Los esposos que cocinan y limpian no “ayudan”, sólo son adultos funcionales

¿Crees que tu relación de pareja es maravillosa porque te ayuda de vez en cuando a lavar los trastes sucios? Podrías estar equivocada y es que los esposos que cocinan y limpian no «ayudan», sólo son adultos funcionales.

En la actualidad casi nadie suele cuestionarse el rol de las mujeres cuando se les asignan tareas de limpieza en el hogar. Aún prevalece la idea y frase común de que el esposo «ayuda» en la limpieza del hogar, lo que reafirma la creencia de que la mujer es la única responsable de las tareas en casa. ¿En realidad es así cuando ambos comparten un espacio?

Decir que un hombre en casa «ayuda» es colocar a la mujer en un lugar como la única responsable de limpiar, trapear y cocinar. Al decir esto se entiende que ellos sólo «colaboran» con algo que resulta ser para ambos porque al vivir juntos comparten  comida, baño y casa. ¿Por qué los esposos que cocinan y limpian no «ayudan», sólo son adultos funcionales?

¿Entonces no sería su obligación también lavar la ropa, cocinar y trapear el piso? Existe la posibilidad de que más esposos entiendan que este tipo de tareas domésticas son de uso común por lo que hombre y mujer deberían estar involucrados. Entender que la limpieza y la cocina son actividades de uso común les hará pensar que en realidad ellos son adultos funcionales y sólo están haciendo lo que también deberían hacer viviendo solos.

Ellos no «ayudan», sólo cumplen su función de adultos funcionales

• El esposo no «ayuda» porque ella no le agradece es un pretexto para no hacer las cosas. En realidad el esposo es un compañero de casa y ella no tendría que agradecer por algo que comparten.
• El esposo no es una «ayuda» de la casa porque también vive ahí.
• El esposo no «ayuda» a lavar los platos porque él también come con ellos.
• El esposo no «ayuda» con los hijos porque los hijos también son de él.
• El esposo no «ayuda» a lavar la ropa porque cuando viven juntos comparten una lavadora.
• El esposo no «ayuda» a cocinar porque también come de los alimentos que ella prepara.
• El esposo no «ayuda» a lavar el baño porque también utiliza la regadera.
• El esposo debe realizar las actividades que cualquier adulto funcional haría: barrer, trapear, lavar y cocinar.

¿Tu esposo es un «huésped» de casa?

La cultura machista que muchos esposos tienen con sus parejas se refleja en la actitud de ser «huéspedes de casa». En lugar de convertirse en un compañero con el que divide tareas y comparte obligaciones, el esposo suele actuar en un huésped que solo llega a la casa a comer, dormir y bañarse. Este tipo de actitud es similar al de una persona que se hospeda en un hotel y sería óptimo que los esposos dejen de asumirse como «huéspedes» y se conviertan en compañeros de vida con sus esposas, o mejor aún, adultos funcionales. 

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