¿Qué preocupa a los pediatras durante y después de la pandemia?
Todas y todos vivimos en un estado estado de angustia por la actual situación, principalmente...

Todas y todos vivimos en un estado estado de angustia por la actual situación, principalmente cuando nos ponemos a pensar en las personas que han perdido su empleo, quienes no tienen un hogar ni que comer, la falta de oportunidades y servicios para las personas, y principalmente por el riesgo que existe para millones de adultos y niños alrededor del mundo.
Afortunadamente los pacientes pediátricos no forman parte del grupo de los más enfermos o los que más corren riesgo, sin embargo, los médicos especializados en la salud de los niños han expuesto sus preocupaciones en torno a la salud y el desarrollo de los infantes actualmente y en un futuro cercano debido a la pandemia.
Sin orden de relevancia, estos son algunos de ellos (vía The New York Times):
No se están vacunando y la taza de vacunación es menor
Las vacunas son el mayor éxito de los pediatras, y no refiriéndonos a nivel económico o de ingresos, sino a la capacidad de proteger a los niños de las afecciones que solían enfermarlos e incluso matarlos. Esta pandemia solo nos hace recordar que los virus y enfermedades puede propagarse rápidamente, más en poblaciones donde donde no hay inmunidad.
Por otra parte, todos sabemos que incluso antes de la epidemia, los pediatras han batallado para convencer a los padres de familia de la importancia de vacunar a sus niños. Ahora es mucho más complicado ya que muchas familias tienen miedo de ir a clínicas u hospitales, lo cual hace que resurja el espectro de viejas infecciones, como el sarampión.
Trauma emocional, ansiedad y estrés postraumático
Lamentablemente los niños también son víctimas de la ansiedad que ha generado el virus. Ahora que viven en un mundo angustiado, estresado y la mayoría conviviendo con padres asustados y nerviosos, los pediatras expresan su angustia por el tratamiento psicológico que muchos de ellos necesitan ahora y que tendrán que llevar en un futuro para lidiar con sus sentimientos y miedos.
Sabemos que los padres hacen un excelente trabajo y muchos son los verdaderos guardianes de sus chuiquillos, sin embargo, la atención profesional podría ser bastante importante y necesaria para los más pequeños ahora que todo esto termine.
Impactos en el desarrollo por el distanciamiento social
A medida que los niños crecen y cambian a nivel físico y emocional, sus necesidades sociales también se ven alteradas. La convivencia de un infante resulta bastante importante en cada año y etapa de su desarrollo.
“Mi mayor preocupación con respecto a los niños en este momento es que se pierdan de muchas interacciones críticas: interacciones con los padres que están estresados por las demandas que enfrentan en este momento, interacciones con la familia en general y con otros niños, que son todas tan críticas para su desarrollo social y emocional” mencionó Danielle Erkoboni, pediatra general en el laboratorio de políticas del Hospital de Niños de Filadelfia.
Por otra parte, Marilyn Augustyn, pediatra del desarrollo y del comportamiento del Centro Médico de Boston clasificó sus preocupaciones en torno al desarrollo por edades: los niños pequeños “habrán aprendido que debemos tener miedo de otras personas, usar cubrebocas y cruzar al otro lado de la calle si los vemos” y que los niños en edad preescolar, que tienden al pensamiento mágico, pensarán que las privaciones como los patios de recreo cerrados, son castigos por hacer algo malo.
Poblaciones vulnerables y disparidades económicas
Una de las mayores angustias para pediatras y muchas personas en general es la actual situación de pobreza que existe en México y el mundo, más ahora que la pandemia ha hecho incrementar el porcentaje debido a la falta de trabajo y más complicaciones que ha creado. Además, sabemos que quienes mayor impacto han recibido del virus en todos los aspectos, son las comunidades más indígenas y en extrema pobreza.
El doctor Daniel Taylor, profesor asociado en Drexel y St. Christopher’s Hospital for Children, dijo que su mayor preocupación era “la amplificación posterior al COVID de las inequidades existentes en la atención médica para niños pobres y niños de color sin un plan claro, voluntad política o financiamiento para la recuperación”.
Por otro lado el doctor Nathan Chomilo, pediatra de Park Nicollet en Minneapolis y director médico del programa Medicaid de Minnesota escribió lo siguiente:“Me preocupa más la falta de una red de seguridad social no solo para los niños sino también para las comunidades en las que viven, que son indispensables para que puedan prosperar”.
Pérdida escolar y disparidades educativas
Las clases en línea no han sido sencillas para nadie pero muchos menos para los niños que asisten a escuelas públicas donde quizás los recursos son menores a los de las escuelas privadas. Y, aunque en México la SEP ha incorporado sus planes de estudio y clases a canales de televisión abierta, resulta bastante difícil para niños que viven en situaciones de pobreza, con familias tensas y padres con más preocupaciones.
Además el hecho de estudiar con mucha gente en casa puede ser bastante complicado para los más pequeños quienes tienden a dispersarse con facilidad. No cabe duda que se necesitará un programa de ayuda sistemática para que los niños puedan progresar a nivel educativo.
Abuso infantil
En un ambiente de familias estresadas y preocupadas no existe un equilibrio que regule la tensión entre miembros de un hogar y muchas veces los regaños, enojos e incluso tareas pesadas pueden recaer directamente en los niños. De igual manera las vibras de un hogar pueden afectar enormemente a los pequeños.
Por otra parte y muy tristemente, el indice de violencia doméstica ha incrementado considerablemente por la cuarentena, esto también recae directamente en los niños que son víctimas de maltrato o experimentan situaciones de violencia hacia sus madres o hermanos más grandes.
Dificultad para los tratamientos y terapias
Existe una enorme cantidad de niños con distintas enfermedades y padecimientos que necesitan de un tratamiento constante por parte de distintos especialistas. Una preocupación más de los pediatras radica en la falta de atención de estas personas quienes por miedo de sus padres a asistir a un consultorio médico no pueden proseguir con sus terapias.
Y en otras ocasiones si se llegan a enfermar de cualquier otra cosa, también es necesaria su atención médica. “Que haya una pandemia no significa que no existan otros diagnósticos” mencionó la doctora Sally Goza, presidenta de la Academia Americana de Pediatría y pediatra de atención primaria con un consultorio privado en Fayetteville, Georgia.
La doctora Julia Chang-Lin, pediatra asistente en el Hospital Bellevue quien trata con muchos niños de necesidades especiales mencionó que es complicado que un paciente pierda el trabajo y la rutina en persona con un terapeuta capacitado, aunque expresó su admiración hacia los padres de estos pequeños: “Les doy crédito a los padres por tomar la iniciativa y hacer todo lo posible para apoyar a sus hijos”.
Preocupaciones sobre lo que depara el futuro
En general, muchos de los pediatras en Estados Unidos y probablemente en todo el mundo, parecen estar preocupados de que, por la crisis y el encierro, los niños estén en peligro de volverse “invisibles”. Esto ya que los infantes ni son empleados esenciales o héroes en la línea de batalla, no son votantes o consumidores, pero son más que todo eso junto, son nuestro futuro colectivo, por ende, es sumamente importante cuidarlos y procurarlos en estos momentos y a futuro.