¿Ya partiste la rosca de Reyes con tu familia o compañeros de trabajo y te salió la figura del niño Dios? ¡No lo lamentes por los tamales! De hecho, cuando te toque el niño en la rosca, deberías celebrarlo pues eres afortunado.
Partir la rosca de Reyes es una tradición antiquísima y muy significativa para los mexicanos; no solo porque marca la llegada de los Reyes Magos (y los regalos que traen a los niños), sino porque es un momento para compartir en familia o con personas importantes de tu día a día como tus amigos.
La rosca de Reyes carga sobre sí misma varios símbolos reconocidos por la religión católica, como el amor infinito a Dios representado en la forma circular del pan, mientras las frutas cristalizadas simbolizan las joyas en las coronas de los reyes.
En tanto, esa pequeña figura que va dentro de la rosca, representa al niño Dios, quien fue escondido por María y José para salvarlo de Herodes. El rey, al enterarse de la llegada de Jesús, temió por su posición en el trono y mandó asesinar a todos los niños menores de 2 años.
En aquel entonces se decretó que solo una persona con un buen corazón podría encontrarlo.
Si te salió el niño en la rosca de Reyes, significa que estás apadrinando a Jesús y debes asumir esa responsabilidad. Es por eso que deberás llevar a bendecir al niño Dios que tengas en casa, el día 2 de febrero; además de -por supuesto- comprar los tamales y el atole para celebrar la ocasión.
Por otra parte, quien encuentra al niño Dios en la Rosca de Reyes, debería sentirse afortunado pues se dice que hallarlo de manera casual es símbolo de buena suerte durante el resto del año.
Así que si este 6 de enero, te salió «el muñequito», ¡no sientas pesar por el gasto! Piensa en todas las bendiciones que recibirás durante los siguientes meses; seguro querrás seguir encontrándolo los próximos años.
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