Con la llegada de la pandemia las mascarillas han formado parte de nuestra vida diaria, incluso han surgido diseños innovadores con brillos, toda clase de impresiones y hasta nupciales, sin embargo, más allá del material, que sabemos que sí hace una gran diferencia, el color también puede influir en nuestro bienestar, no solo en la salud, también en el cuidado de la piel, es por eso que hoy te revelaremos la razón por la que los cubrebocas negros pueden dañar tu piel.
Sí, así como hay algunos cubrebocas que te protegen más y otros menos (como los de tela que no están recomendados) también hay unos que le caen mejor a tu pielecita de acuerdo al color del material.
Parece absurdo y te preguntarás “¿por qué?”, pues seguramente sabrás que en tu piel viven muchísimos microorganismos que forman parte de la microbiota, estos son buenos y equivalen al 90% de las células del tejido cutáneo, nos protegen de agentes extraños y patógenos que pueden afectar nuestra salud.
La esteticista Marta García le dijo a la revista Vogue España que “en condiciones normales, participa activamente en la doble función protectora de la piel, como barrera física e inmunológica’, pero ‘el problema surge cuando por la acción de factores internos o externos, como el uso constante de mascarillas, alguno de los residentes epidérmicos cambia de hábitos de vida”.
El tono de tu mascarilla puede repercutir en tu cutis | Foto: Freepik
La razón por la que los cubrebocas negros pueden dañar tu piel
Entre los microorganismos que habitan nuestra piel hay dos tipos de ácaros que se alteran cuando usamos cubrebocas oscuros, los cuales se encuentran en los folículos pilosos (donde nacen los vellitos) y en las glándulas sebáceas, explica la experta.
Así como hay bacterias, parásitos y hasta hongos en el aparato digestivo que nos ayuda con muchos procesos necesarios para vivir, estos ácaros también son parte de una cadena en el cutis, pues se comen las células muertas, pero su los desequilibramos comen menos y se proliferan.
“En condiciones normales, con la luz del día, duermen recogidos en los folículos y glándulas donde residen; cuando cae la noche, con la oscuridad, salen a comer, a aparearse y a poner sus huevos alrededor de los poros en los que viven. Sin embargo, si permanecen más tiempo del debido a oscuras, como ocurre cuando usamos mascarillas opacas –las peores son las negras–, y en un microclima alterado por la humedad y la proliferación de otros microorganismos, se pasan el tiempo poniendo huevos y comiendo menos”, señala Marta García.
“Se ha demostrado que la superpoblación de demodex está involucrada en la aparición de la rosácea (aunque no sea el factor desencadenante), además de en la inflamación del tejido cutáneo, en una mayor oxidación celular, en el deterioro de microbiota y del escudo protector de la epidermis. También puede provocar conjuntivitis, blefaritis y hacer que las pestañas caigan fácilmente”, agregó la experta.
Así que ya lo sabes, al usar cubrebocas opacos estamos cambiando los hábitos de esos ácaros que nos ayudan a equilibrar la piel, por lo que podemos volvernos más propensos al acné y la rosácea.
Recuerda, además, continuar con los hábitos saludables para tu piel como beber agua, usar filtro solar y llevar una buena rutina de skincare.
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