Pintarte las uñas podría ser peligroso: ¿Qué pasa en tu cuerpo con el esmalte?
Dicen que las manos son la presentación de las personas y mantenerlas bien cuidadas a...

Dicen que las manos son la presentación de las personas y mantenerlas bien cuidadas a todas las mujeres nos fascina. Entre hacerte el manicure y pintarse las uñas podemos gastar tanto tiempo como dinero con tal de tenerlas presentables. Pero, ¿cómo afecta esto a nuestra salud?
Para descubrirlo, un grupo de investigadores analizó a 26 mujeres, a quienes hicieron pintarse las uñas para encontrar señales químico-tóxicas en sus cuerpos. Los resultados mostraron que el 100% de ellas tenían signos de fosfato de trifenilo solo 10 horas después de aplicarse el esmalte de uñas.
Esto podría significar que hasta un 20% de los esmaltes de uñas que se venden en el mercado contienen una sustancia química peligrosa que no se especifica en sus etiquetas. Por ejemplo, el fosfato de trifenilo es una de las sustancias que más preocupan a los especialistas.
El fosfato de trifenilo perturba el sistema endócrino de los seres humanos, e incluso puede afectar la regulación de hormonas, el metabolismo, la reproducción y el desarrollo.
Esto es especialmente perjudicial para las mujeres jóvenes que usan esmalte de uñas con regularidad, ya que el desarrollo hormonal saludable es una parte esencial de su crecimiento.
El fosfato de trifenilo es peligroso porque cuenta con estas características:
- Es una neurotoxina, es decir que altera tu funcionamiento del tejido nervioso generando daños neurológicos.
- Irrita la piel y causa alergias.
- Es un disruptor endócrino. Esto significa que tiene una sustancia que altera el equilibrio hormonal del cuerpo.
- Puede afectar tu salud reproductiva para toda la vida.
Pero eso no es todo pues algunos esmaltes de uñas también pueden llegar a contener formaldehído, un carcinógeno que puede producir síntomas como picazón de garganta, asma y dificultad para respirar.
Asimismo, otro químico dañino comúnmente encontrado en el barniz de uñas es el tolueno y ftalado de dibutilo, dos componentes irritantes. El primero impide el desarrollo en niños y el segundo es tan tóxico que está prohibida su utilización en cosméticos en general, aunque muchas marcas económicas siguen utilizándolo.