La máscara de pestañas es uno de los productos básicos del maquillaje, nos ayuda a resaltar la belleza de nuestros ojos y a darles más impacto, sin embargo, es bien sabido que cuando ponemos este producto hacemos caras muy graciosas que muchas personas que nunca se han maquillado no entienden, es por eso que hoy resolveremos el misterio del por qué abrimos la boca cuando nos maquillamos las pestañas, tiene una curiosa explicación.
Seguramente alguna vez fuiste en el trasporte público y viste a alguien maquillándose haciendo exageradas caras y con la boca abierta (ahora no porque todos traen mascarillas), si te maquillas, seguro has notado estos gestos en ti y, aunque podemos perfectamente aplicar el rímel sin hacer esto, lo hacemos de forma automática.
La explicación está en tu cerebro | Foto: Unsplash
¿Por qué abrimos la boca cuando nos maquillamos las pestañas? Tiene una curiosa explicación
No, no es un gesto que hagamos por imitación cuando comenzamos a pintarnos y vemos a los demás, pues además de hacerlo para evitar mancharnos, hay una razón más científica que esa.
De acuerdo con Zeeshan Ozair, neurocientífico de la Universidad Rockefeller, en este fenómeno se involucran tres nervios, el nervio motor ocular común, el facial y el trigémino, y la acción conjunta de ellos daría paso a este curioso gesto.
“El nervio trigémino controla el movimiento de los músculos de la masticación, que se abren y cierran la mandíbula. Los otros dos nervios, el nervio facial y el nervio motor ocular común, juntos controlan el movimiento de los ojos y los párpados”, señala Ozair.
Además, el experto explica que entre esos nervios hay una gran proximidad en el área cerebral y si bien no siempre ocurre gracias a un control voluntario, esto pasa sin que nos demos cuenta, más exagerado en unas personas que en otras.
“En varias personas, se desarrollan conexiones» (llamadas colaterales) entre estos núcleos del tronco encefálico, dice Ozair. “Como consecuencia de estos colaterales, cuando se activa un nervio, el otro también”.
Al momento de aplicar el rímel la acción física estimula la parte sensorial del nervio trigémino que forma conexiones con el núcleo trigémino motor, en otras palabras, la acción proporciona información proporcional para la reacción de boquiabierto.
Este fenómeno no ocurre a la inversa, es decir, tus ojos no se abren cuando estás masticando: “Los reflejos en una dirección no se traducen en reflejos en la dirección opuesta”. Aunque hay excepciones en dirección opuesta “Cuando abren la boca también levantan los párpados involuntariamente”, aclara Ozair.
***
Visita nuestras redes sociales, encuéntranos en Facebook e Instagram.
Te recomendamos:
