La razón por la que te URGE echar sal a la esponja para trastes cada semana
Las esponjas para trastes tienen miles de batcerias que necesitan ser eliminadas de forma regular

Nuestra esponja para lavar los trastes es una de las herramientas elementales al momento de la limpieza de la cocina. Sin embargo, se puede llegar a creer que al estar en constante contacto con el jabón para trastes no contiene bacterias, la realidad es muy diferente. Por ello aquí te enseñaremos como debes echar sal a la esponja para trastes para desinfectarla por lo menos dos veces a la semana.
Las esponjas para trastes son necesarias al momento de limpiar los artículos de cocina como platos, ollas, cubiertos y otros elementos que usamos al momento de cocinar. Pero al contrario que el resto de los artículos de limpieza, la esponja no suele ser desinfectada con regularidad, por no decir casi nunca e incluso hay quienes prefieren tirarla antes de eso.
¿Por qué es necesario echar sal a la esponja de trastes?
Existen muchas formas para desinfectarlas pero uno de los trucos más básico y que mejor funciona es echar sal a la esponja para trastes y aquí te diremos cómo funciona, pero sobre todo cómo hacerlo.

Imagen: Pexels
Lo que debes hacer es que después de lavar todos tus trastes y utensilios es enjuagar la esponja perfectamente con agua de grigo hasta que te des cuenta que ya no sale espuma. Una vez lista debes dejarla escurrir y resguardarla en un lugar seco para que el líquido desaparezca por completo de la esponja.
Cuando estes seguro o segura de que la esponja está totalmente seca lo que debes hacer es ponerla en un recipiente con una cucharada de sal y una taza de vinagre. Luego debes agregar una taza de agua caliente hasta cubrirla y dejarla remojar en la mezcla por 15 o 20 minutos.
Cuando la saques debes ponerla a secar antes de volerla a utilizar. Otra forma es agregar el jugo de un limón en lugar de vinagre. Así te asegurarás de que tu esponja quede libre de bacterias.
Aquí lo importante es la sal, pues este ingrediente te ayudará a evitar que se acumulen hongos y bacterias en un futuro en tu esponja. Si se deja de limpiar lo único que se logrará es que la familia tenga problemas estomacales, diarrea e incluso infecciones pulmonares.
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