Jalar la palanca del baño sin bajar la tapa antes es una costumbre que muchos tenemos, pero basta saber lo que pasa realmente cada que lo hacemos para acabar con ese mal hábito o al menos pensarlo dos veces.
Desde la década de los 70, se sabe, gracias a un estudio publicado en el diario Applied Microbiology, que una gran cantidad de bacterias y virus presentes en las heces fecales quedan impregnados en la taza de baño, aunque se realice más de una descarga y otras más quedan suspendidas en el aire.
Las partículas que quedan en el aire terminan salpicando algunos de los objetos que se encuentren en el lugar como toallas y cepillos de dientes.
Este mismo estudio, señala que las partículas pueden permanecer en dicho espacio de cuatro a seis horas. Lo que significa que por una persona que no baje la tapa del baño antes de jalar la palanca habrá varias personas que respiren la suciedad, lo cual puede derivar en enfermedades e infecciones.
Bajar la tapa del inodoro para prevenir contagios de Covid-19
Pero eso no es todo, una investigación reciente publicada en la revista Physics of Fluids encontró que al no bajar la tapa del inodoro antes de tirar la palanca se puede generar una nube de gotas de aerosol cargada con partículas infecciosas de coronavirus. Esto, por supuesto, únicamente en caso de que una persona enferma haya utilizado el baño.
La investigación señala que “entre el 40 y el 60% del total de partículas contenidas en el inodoro, pueden elevarse por encima del asiento y alcanzar una altura de 106.5 cm desde el suelo. Esto, a una velocidad ascendente de hasta 5 metros por segundo”.
La transmisión fecal-oral del Covid-19 es un campo que aún se está estudiando, sin embargo, los investigadores recomiendan bajar la tapa del baño antes de accionar la palanca por precaución pues podría ser un factor que favorezca el contagio.
«La transmisión fecal-oral no es una característica única del actual SARS-CoV-2, sino un canal de transmisión común para la mayoría de los virus. Por lo tanto, bloquear la vía de transmisión fecal-oral puede reducir la probabilidad de infección cruzada en las áreas circundantes, suprimiendo así la propagación global de virus emergentes y reemergentes», concluye el estudio.