Tal como lo hacemos con las frutas y verduras antes de consumirlas o guardarlas en el refrigerador, cualquiera pensaría que lavar el pollo o la carne de res podría ser un acierto e incluso una necesidad de higiene antes de cocinarlo… ¡Esto es un grave error! De hecho, hacerlo podría traer serios problemas a la salud.
De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), lavar la carne de esta ave no solo no elimina las bacterias, microbios y virus en caso de estar contaminada, sino que además puede propagarlos a otros alimentos, superficies y utensilios de tu cocina.
Aunque probablemente el primer pensamiento que atraviese tu cabeza al leer esto sea «qué asco», mientras imaginas a los pollos sucios en las granjas, existe una explicación confirmada por distintas autoridades sanitarias que debes conocer.
Evita la contaminación cruzada y no laves el pollo | Foto: Pexels
Hace un par de años, la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido realizó una investigación tras la cual, reveló que lavar el pollo antes de cocinarlo aumenta el riesgo de propagación de la bacteria campylobacter en las manos y por toda tu cocina a través de la salpicadura de gotas de agua, ocasionando lo que se conoce como contaminación cruzada.
Si te llegas a intoxicar por campylobacter, puedes terminar con una severa diarrea, dolor abdominal, fiebre, náuseas y vómito, sin mencionar que en los casos más graves, esta infección puede derivar en síndrome de intestino irritado y en el síndrome de Guillain-Barré e incluso puede ocasionar la muerte.
Además, la carne de pollo puede estar contaminada con salmonella, la cual puede provocar gastroenteritis aguda en caso de que te infectes con ella.
El pollo congelado se debe tratar igual que el pollo fresco | Foto: Pixabay
Y si no se debe lavar el pollo, ¿entonces qué hago?
Los CDC recomiendan que para evitar intoxicación alimentaria al manejar pollo en la cocina, debes colocar el pollo en una bolsa desechable aparte para evitar que los jugos lleguen a otros alimentos; lávate las manos con agua y jabón antes y después de manipular el pollo.
Definitivamente NO lo laves y nunca coloques otros alimentos en el mismo plato o tabla de cortar que anteriormente haya estado en contacto con el pollo crudo y no lo dejes a temperatura ambiente por más de 2 horas.
Por último y lo más importante, cocina el pollo muy bien, no lo comas si está crudo porque sólo mediante el proceso de cocción y con las altas temperaturas, es posible matar todas las bacterias que se encuentran en la carne.
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