Cuando era pequeña y el dinero escaseaba, solíamos comprar pollo rostizado por ser un alimento tan rico como económico; sin embargo, a causa de la inflación, aquella dejó de ser una opción accesible para las finanzas de muchas familias mexicanas. Y es que de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el precio del pollo rostizado se disparó hasta llegar a más de 100 pesos.
Esta semana, a través del «Quién es Quién» de los productos de la canasta básica publicado por la Profeco, el precio máximo del pollo rostizado en la Ciudad de México y el área metropolitana, alcanzó los 110 pesos por pieza.
Dicho incremento estaría relacionado, a su vez, con un alza en el precio del pollo crudo; según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para mayo de este 2021 el pollo ya estaba en el tercer lugar de los alimentos más afectados por la inflación.
El pollo rostizado es delicioso pero su precio cada vez es más alto | Pexels
¿Cómo ahorrar al comprar pollo rostizado?
Si bien no hay mucho por hacer en contra de la inflación, sí podemos buscar la manera de que el alza en el precio del pollo rostizado nos afecte lo menos posible.
Un ejemplo es buscar el lugar con los precios más bajos, ya sea a través de internet o en algunas tiendas mayoristas; por ejemplo, es bien sabido que en lugares como Costco o Sams, el pollo rostizado es mucho más económico, rico y jugoso porque las tiendas suelen utilizarlo como gancho para que los consumidores compren más (los suelen colocar al fondo o a la salida del almacén).
Otro tip si planeas comprar tu pollo en la rosticería de tu colonia, es comprar la pieza completa en vez de en trozos, ya que de esa manera resulta más económico. Aunque no termines el pollo entero el mismo día, puedes lograr que rinda incluso para toda una semana si lo divides por partes y lo congelas para luego cocinarlo en diferentes platillos.
Prepara tacos dorados con lo que queda del pollo rostizado | Foto: Freepik
Por ejemplo, ensalada de pollo rostizado con un poco de mayonesa; puedes sumergir los huesos en agua con cebolla, ajo picado y algunas verduras, y obtendrás un saludable caldo.
La piel tan deliciosa de esta ave, puede ser asada o frita hasta quedar doradita y luego usarlo como crocante para una ensalada verde (en vez de tocino, como muchos lo utilizan).
Si te quedó carne de los muslos o pechuga, puedes preparar unas ricas enchiladas o tacos dorados u otro día aprovechar la carne deshebrada para un espagueti al pesto (o verde) con queso.
Otra excelente opción es hacer unas ricas croquetas de pollo. Sólo debes derretir un par de cucharadas de mantequilla en un sartén y agregarle harina; luego añadir un poco de leche, sal, pimienta y nuez moscada, y mezclar todo muy bien para evitar grumos.
Deja cocinar esa mezcla unos minutos y agrega la carne de pollo bien picada, deja en la estufa otros minutos sin dejar de remover hasta que espese y al final, esa masa es la que puedes utilizar para hacer tus croquetas. Puedes pasarlas nuevamente por harina y huevo, freír y listo, quedarán deliciosas.
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