La jardinería es en sí misma terapéutica, y cuando hablamos de jardinería para niños los beneficios son aún más. Practicarla con regularidad puede cultivar amabilidad, paciencia y otros muchos valores en los niños.
Y no necesitas ni jardín ni terraza ni balcón para cultivar plantas y flores. Basta con que elijas el tipo de plantas que mejor van con esos espacios en donde tienes una buena iluminación natural y aire fresco.
Así como cuidar de una mascota forma a niños responsables y felices, cuidar de las plantas también. No importa si se trata de plantas de interior o plantas de sol, lo importante es que el niño se haga cargo de otro ser vivo y experimente su lado más empático.
Las suculentas son fáciles de cuidar | Foto: Pexels
Beneficios de la jardinería para niños
Puedes empezar por elegir algunas divertidas plantas suculentas para la recámara de tus hijos. Son bellísimas, ocupan poco espacio y tienen el encanto necesario para llamar la atención de los más pequeños.
Y aún con una sola plantita, tus niños ya estarán viviendo la jardinería en su máximo esplendor. Sin temor a exagerar su vida va a cambiar y estas son las razones:
- Fomenta la paciencia. Tendrán que esperar a que esas pequeñas semillas germinen, entendiendo mucho mejor el ciclo de la vida (y sus tiempos).
- Fomenta la conciencia plena. Conecta a los niños con el presente al concentrar toda su atención en una cosa a la vez. Enséñalos a disfrutar del momento.
Dentro o fuera de casa, deja que los niños experimente la jardinería | Foto: Pexels
- Fortalece la responsabilidad. Ya lo decíamos antes, es la mejor forma de mostrarles a tus hijos lo que significa cuidar de otro ser vivo.
- Produce satisfacción personal. Los niños trabajan sobre proyectos y al ver cómo sus plantas crecen aprenden a celebrar sus ‘pequeños’ logros.
Que sean ellos mismos quienes elijan sus plantas, solo asesóralos | Foto: Pexels
- Fortalece la autoestima. Alcanzan sus metas (por ejemplo, salvar a una plantita) pese a las dificultades y eso los hace sentir muy bien. También trabajan la resiliencia cuando no lo consiguen.
- Disminuye el estrés y la ansiedad. Reduce la hormona cortisol, la respuesta de lucha o huída. Forma a niños emocionalmente más saludables.
Y, por sobre todas las cosas, les permite divertirse y echar a volar su imaginación lo mismo mientras eligen un par de nuevas macetas que haciéndolas con sus propias manos (bajo tu supervisión). Disfruten de esta actividad en familia.
Tus hijos van a ser más amables y resilientes cuando practiquen la jardinería, ¿ya se los propusiste?
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