Bulldog inglés: Por qué los veterinarios piden que ya no los compren ni críen
Todos los perros son encantadores, pero muchos de ellos han sufrido modificaciones genéticas por caprichos...
Todos los perros son encantadores, pero muchos de ellos han sufrido modificaciones genéticas por caprichos humanos y llevarlos a casa es perpetuar estas peligrosas prácticas. Te contamos por qué los veterinarios piden que ya no se compren ni críen los bulldog inglés.
El también llamado bulldog británico es una raza canina originaria, como su nombre lo dice, del Reino Unido, sin embargo, antaño era más ligero, un animal puramente deportivo.
El rechoncho bulldog inglés que conocemos es producto del diseño y cruce selectivo que los criadores han llevado a cabo con tal de conservar solo las características más ‘deseables’ de la raza.
Los bulldog han sido genéticamente modificados | Foto: Pexels
Por qué los veterinarios piden que ya no se compren ni críen los bulldog inglés
Al igual que los perros pug, los bulldog han sido modificados a placer de la obsesión humana por tener como mascotas perros ‘finos’, más pequeños, con patas cortas o narices chatas.
Pero el egoísmo de los criadores (y los consumidores) ha llegado a tal grado que se está comprometiendo la salud de muchos lomitos. La mandíbula inferior sobresaliente, el hocico exageradamente corto y la forma corporal del bulldog británico se relaciona con problemas de salud: de la piel, respiratorios, del oído y graves trastornos oculares.
Su calidad de vida es muy mala | Foto: Pexels
Los perros salchicha, el San Bernardo, el Bull Terrier y algunas otras razas no han corrido con mejor suerte, también están siendo afectados por la crianza selectiva. No solo tienen una vida corta, también están condenados a sufrir cada uno de sus días.
El bulldog inglés suele padecer de dermatitis por sus pliegues en la piel. También padecen de un prolapso de la glándula del párpado y del síndrome obstructivo braquicéfalo. Y reducir la demanda de este tipo de perritos es la única manera de ponerle fin a la crianza de una raza que está destinada a pasarla muy mal.
Si ya tienes uno de estos perritos en casa, dale mucho amor y no lo cruces.
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