Llega un momento de la vida en el que nos descubrimos viendo ideas sobre plantas, decoración y macetas en Pinterest. Y es justo entonces que nos convertimos en la señora de las plantas, pero eso sí, en la más chic.
La jardinería es el arte de cultivar plantas y flores en todo tipo de espacios. No necesitas de una gran casa para hacer lucir alguna de estas especies. Basta con una buena dosis de creatividad y algunos trucos de los expertos.
Y es que un espacio verde en casa siempre traerá consigo beneficios para ti y para toda tu familia. Las plantas y flores transmiten paz, mejoran la calidad del aire y hasta permiten disimular los daños estructurales de la casa.
Elige tus espacios y, luego, tus plantas | Foto: Pexels
Consejos de jardinería para principiantes
Aunque todas las plantas necesitan de luz, agua y aire para crecer, hay que distinguir entre tipos de plantas para darles una buena calidad de vida. Las hay desde ornamentales hasta medicinales, todas tienen necesidades particulares.
Por eso es que hemos creado para ti un listado de premisas básicas para un proyecto de jardín:
- Evalúa el clima de la zona. Para elegir flores, matas, hierbas y arbustos necesitas conocer a fondo las condiciones climáticas del espacio que deseas transformar. Cuando un lugar recibe sol todo el día, debes elegir plantas muy resistentes.
- Dales a tus plantas la luz que necesitan. Las plantas de interior requieren poca luz y son fáciles de cuidar, pero, de cualquier modo, asegúrate de colocarlas cerca de puertas y ventanas.
Todas las plantas necesitan luz y agua, pero en distinta medida | Foto: Pexels
- Riega lo justo. Por lo general, debes apuntar hacia la zona de raíces, pues el follaje no necesita el agua y, como regla general, hazlo hasta un 5 o 10% de la capacidad de la maceta. Evita ‘ahogarlas’.
- Evalúa el sustrato o terreno. Las plantas suculentas requieren de un sustrato rico en drenaje. El sustrato para orquídeas, por su parte, debe contener poca sal y así van cambiando las necesidades.
Descubre las necesidades particulares de tu planta | Foto: Pexels
- Fertilización adecuada. No hay necesidad de fertilizar las plantas recién llegadas del vivero. Cuando se adapten a su nuevo hábitat, se recomienda fertilizar la tierra cada siete o diez días.
- Poda frecuente. Por regla general debe realizarse en invierno o a finales de invierno, pero todo depende del objetivo que cumple. Y por supuesto no es lo mismo podar un árbol que un rosal.
Ahora bien, nada es más importante que prestarle atención a cada una de tus plantitas. Obsérvalas, toca el sustrato y, si ves algo extraño, vuelve aquí y te contaremos de qué se trata. Eventualmente, te convertirás en una experta.
¿Lista para diseñar el jardín de tus sueños?
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