¿Qué es la fatiga pandémica y por qué nos esta arruinando como humanidad?
Queda claro que ahora más que nunca es que valoramos la simplicidad de la vida...

Queda claro que ahora más que nunca es que valoramos la simplicidad de la vida y el significado de libertad, pues el Covid-19 llegó para reestructurar la existencia misma desatando ‘n’ cantidad de males que, si bien podrían ser reflexivos, para la mayoría han resultado fatales, a los cuales, en conjunto, podríamos referirnos como fatiga pandémica; lo que nos está arruinando como humanidad.
Realmente no recuerdo cuando fue que todo empezó a tornarse de un color tan gris, claro que con la llegada del virus, las miles de muertes y encima la violencia, la inflación, los conflictos políticos y demás turbiedades que solo impulsan el estrés colectivo, pero como tal me refiero al desgarre social que va desde lo colectivo y hasta lo personal.
Sea lo que sea, todo esto que estamos atravesando es completamente real y cuantificable, en efecto es como la peor película de miedo la cual solo extiende su duración yendo mucho más allá de nuestro pequeño grupo de amigos, colegas, familiares y seres queridos.
Podemos llamarle fatiga pandémica o hartazgo mundial, o como sea, en sí el termino no se refiere a un cansancio físico, no del todo, sino a un problema mucho más profundo. Al hecho de que como humanidad, como especie, no estamos bien.
Basta con ver simples números. Por ejemplo en Estados Unidos, nuestro país vecino, con una población tres veces mayor a la nuestra, aproximadamente 1 de cada 12 adultos estadounidenses reportaron síntomas de trastorno de ansiedad durante 2019, pero ahora ese tasa supera 1 de cada 3.
Tan solo hace unos días, la Kaiser Family Foundation, líder en análisis de políticas de salud y periodismo de salud, publicó una encuesta que muestra que, por primera vez, la mayoría de los adultos estadounidenses, el 53% cree que la pandemia está afectando su salud mental.
También se registró que el 36% de los estadounidenses reportan que las preocupaciones relacionadas con el coronavirus están interfiriendo con su sueño. Un 18% que está perdiendo los estribos más fácilmente y el 32% de las personas consultadas afirman que la pandemia ha hecho que coman menos o que se alimenten en exceso. Esto en el gabacho, pero me queda completamente claro que los mexicanos no somos la excepción.
¿Cómo se explica esta caída como humanidad en un pozo de angustia?

(Foto: The New York Times)
La respuesta inmediata es que es que el coronavirus sigue cobrando cientos de vidas cada día en distintas partes del mundo. Y aunque haya países que presuman estar fuera de peligro, sabemos que no es del todo cierto. Y claro, todo esto es terrible, pero bien sabemos que es algo más.
Si a muchos ya les despreocupa el hecho de salir, de reunirse, de asistir a lugares públicos más allá de la negligencia es por el cuestionamiento de ¿por qué demonios sacrificamos tanto en estos últimos cuatro meses y medio, nuestro sustento, nuestras relaciones sociales, nuestra seguridad, la escolarización de los hijos, las reuniones de cumpleaños, bodas, funerales y posiblemente toda le época de días festivos que se aproxima si al final todo fracasa?
Para este punto, ¿no esperábamos algún tipo de alivio, la reanudación de algo parecido a la vida? Queramos o no esta incertidumbre es una completa fatiga, un loop aparentemente infinito del cual no se puede salir, un pequeño simulador del infierno.
Una psicóloga llamada Daphne de Marneffe, menciono que «La gente suele pensar en el trauma como un evento puntual: un incendio o un asalto, por ejemplo. Pero de lo que se trata realmente es de la impotencia, de sufrir las consecuencias de fuerzas que no puedes controlar. Eso es lo que tenemos ahora. Es como si estuviéramos en un viaje en auto infinito con un borracho al volante. Nadie sabe cuándo cesará el dolor”.
A esto le podemos agregar que nadie tiene la mínina certeza de cómo será la vida cuando esta pandemia haya cedido. ¿La economía seguirá tan afectada? ¿Los centros de nuestras ciudades se convertirán escenarios post apocalípticos? ¿Nuestro presidente seguirá alarmando a miles con sus bizarras palabras, políticas e ideas? ¿O su ahora súper amigo el presidente Trump será reelegido para desmoronar más su país y desatar la tercera guerra mundial?
Como podrás ver todo eso cansa, harta, genera malestares, asco; una fatiga pandémica. Y no termina ahí pues es claro como las familias con tensiones y fragilidades preexistentes han empeorado: la pandemia ha brindado más oportunidades para que las parejas con dificultades se comuniquen aún peor, el matrimonio ha ido desvaneciendo la institución que representa, los padres que apenas podían cumplir con sus obligaciones mientras pedían a gritos que comenzara el ciclo escolar ahora están llenos de desesperación.
Por otra parte la violencia familiar sigue en aumento, la violencia hacia las mujeres y la comunidad LGBT+ se desploma a más no poder…
No es la primera vez que la humanidad se duele con un pandemia de tal grado. Sin embargo, aunque sepamos de nuestra historia como especie, jamás sabremos, actualmente, cómo es que todo terminará.

(Foto: iStock)
Cabe mencionar que todo esto no indica que debamos desobedecer reglas y romper las medidas de sanidad, o que entremos una faceta de rebeldía e indiferencia, simplemente se trata de enmarcar lo que como seres humanos no ha ido disolviendo. Porque por más complicado que parezca, llegará el día en que dejemos de lado las idea fatalistas que nos ha sembrado esta pandemia y aprendamos a vivir y ser felices con los cambios que ahora nos tocan vivir.
¿Qué te hace sentir la fatiga pandémica?
Con información de The New York Times.