Frustración, estrés y enojo: las consecuencias emocionales de la pandemia por COVID-19
Antes del 2020 el mundo era distinto, seguramente muchos de nosotros todavía recordamos y extrañamos...
Antes del 2020 el mundo era distinto, seguramente muchos de nosotros todavía recordamos y extrañamos la normalidad en la que no usábamos cubrebocas, podíamos ir a conciertos y abrazar a nuestros seres queridos sin temor a contagiarlos o ser contagiados de COVID-19. Enojo, depresión y estrés, el 2020 fue el año más triste para todo el mundo a causa de las consecuencias emocionales de la pandemia por COVID-19.
Aunque para algunas personas, la cuarentena significó un descanso y la oportunidad de disfrutar de su casa y llevar una vida sin preocupaciones, para la mayoría de la población del mundo vivió un encierro lleno de estrés, escasez económica y depresión.
El sondeo de Emociones Mundiales de Gallup reveló la triste realidad que vivieron muchas familias durante el primer año de la pandemia por COVID-19. Se encuestaron a más de 160 mil personas de 116 países diferentes y los resultados fueron sorprendentes.
Estres y preocupación, los sentimientos más recurrentes durante el 2020
El 59% de los encuestados reveló que tuvo un aumento en el sentimiento de preocupación, mientras que un 82% de personas aseguró que sintió más ira durante el 2020 en comparación con años anteriores.
El sentimiento de preocupación constante era un común denominador en la población de muchos países, sobre todo donde la desigualdad económica es más evidente. Según el estudio realizado por Gallup, la mitad de los trabajadores mundiales sufrió un recorte de salario o perdió su empleo.
Por otro lado, las mujeres que son madres vivieron un aumento del estrés con la pandemia por COVID-19, cuidar a los hijos, trabajar desde casa y cumplir con las tareas del hogar triplico su trabajo diario al igual que su nivel de estrés.
Las jornadas de trabajo durante la cuarentena aumentaron considerablemente | Foto Pixabay
Las emociones negativas van en aumento, no solo por la difícil situación de salud que trajo la pandemia de COVID-19 en todo el mundo, también por factores externos que han modificado nuestras formas de relacionarnos con todo lo que nos rodea.
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