Amar demasiado a los hijos los vuelve ingratos, ¿cómo evitarlo?

Muchos padres suelen trabajar duro para darles a sus hijos “el mundo”, pero a veces el cariño puede llevarlos a mimar demasiado a sus pequeños sin enseñarles el significado de la verdadera gratitud. Ante esta situación varios papás se preguntan si se puede amar demasiado a los hijos y por qué en dosis excesivas puede volverlos ingratos y desconsiderados.

Los expertos en crianza coinciden en que es posible amar demasiado a tu hijo o hija y que estos sentimientos lleven a los padres a los extremos, muchas veces sin que ellos se den cuenta del daño que están haciendo.

Es decir, que los padres que consienten en exceso y tienden a sobreprotegerlos puede causar una huella irreparable en la actitud de sus retoños a pesar de sus buenas intenciones, pero ¿cómo saber si estás criando niños desagradecidos?

¿Por qué amar a los hijos en exceso los puede afectar?

Sin apenas darse cuenta, los padres cometen el error de complacer a sus hijos en la mayoría de sus peticiones. Sin embargo, acceder a todas ellas tiene más importancia en su desarrollo de lo que en principio pueda parecer.

Son muchos los interrogantes y dudas que aparecen a la hora de educar y es normal que los padres tengan dudas y puedan llegar a sentirse “malos padres” al tomar decisiones que conllevan establecer límites y normas.

Pero educar a veces supone decir ‘no’ a ciertas peticiones que no pueden o deben llevarse a cabo y enseñar al niño que a veces hay que esperar para conseguir lo que se quiere. También implica enseñarles las consecuencias de sus actos y comportamientos que hay que corregir y por lo que es muy importante ser coherentes con las decisiones que se toman.

No se trata de amenazas o ser demasiado autoritario, sino de transmitir el mensaje con calma, pero de forma clara. Esto les hará entender que no son los “reyes de la casa” y que el amor también radica en las lecciones y en los consejos de vida que les servirán en un futuro, aunque en ese momento no les gusten o les parezcan injustos.

¿Cómo enseñarles gratitud?

• Haz que tus hijos luchen un poco por lo que desean, porque cuando lo logran, el triunfo será de ellos y no tuyo.
• No les evites dolores o tropiezos a tus hijos que ellos mismos son capaces de enfrentar.
• Enséñales a demostrar cariño, respeto y agradecimiento por todo aquello con lo que han sido privilegiados.
• Finalmente tampoco les cobres factura de lo que haces por ellos porque no te lo han pedido. Tu verdadero aporte como madre o padre es que ellos ya no te necesiten para sobrevivir y puedan valerse por sí mismos.

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