La ausencia de una figura paterna puede ocasionar problemas emocionales, dificultades académicas y una serie de fracasos amorosos que duelen en el alma. Por eso, esta carta a mi papá que me abandonó puede inspirarte también rumbo a la sanación. Sé que es lo que muchos hijos de padres ausentes necesitan leer.
No importa si eres un chico que creció junto a su padre o una chica que, como yo, no lo tuvo cerca. Ahora somos adultos y podemos hacernos cargo de nosotros mismos y, por supuesto, de nuestro futuro (con o sin una familia propia).
Antes de empezar, quiero contarte que, para llegar hasta este punto, tuve a la mejor compañera: mi mamá. Una mujer de esas que llaman ‘mamá luchona’ y ¡a mucha honra! Hubo días difíciles pero, juntas, logramos perdonar. Si tú también tienes a una madre de este calibre, no dejes pasar un segundo más sin decirle cuánto la quieres.
Una madre soltera es una mujer muy fuerte | Foto: Pexels
Carta a mi papá que me abandonó:
No tengo una sola foto contigo, pero siento que te conozco, mi mamá me habló de ti, bien por supuesto. Dijo que se conocieron en una cafetería cerca de su escuela, que eras encantador y, cuando le serviste aquel café, no tuvo más remedio que darte su teléfono. Pintaba para ser una gran historia y, de algún modo, lo fue.
Sé que mamá y tú estuvieron juntos por poco más de 6 meses, que eran muy jóvenes y que el amor se apoderó de ustedes. También me contó que tu plan era irte al extranjero apenas reunieras dinero suficiente para hacerlo. Lo cumpliste.
Cuando te enteraste de que yo estaba en camino, lo aceleraste todo. Tal vez tuviste miedo, tal vez te sentiste incapaz de hacerte cargo de mí o, quizá, solo estabas más enamorado de tus planes que de mi madre. No importa. Te perdono.
Al papá que me abandonó: Te perdono | Foto: Pexels
Te perdono porque he trabajado durante años en mí misma, porque, aunque no te conozco, soy parte de ti y eso ya no me causa conflicto. Quizá me heredaste la pasión, ahora soy escritora y mi talento ha cruzado fronteras.
Te agradezco que hayas dejado a mamá solo para mí, no tienes idea de cómo la he disfrutado, de cuánto la he visto crecer como mujer y como la líder de este hogar. Mi mayor orgullo es haberla visto desde que lloraba por tu partida hasta que fue capaz de bendecir tu existencia.
Y, aunque fue complicado sobrevivir por años a los famosos Día del Padre, aunque a veces lloré al decir ‘no tengo papá’, hoy quiero perdonarte porque mi paz mental vale más que cualquier reclamo.
Escribir esta carta ha sido sanador | Foto: Pexels
Ya no me pregunto ‘por qué te fuiste’, ahora solo pienso en qué me toca aprender y he llegado a la conclusión de que mi mayor logro ha sido dejarte ir y soltar el miedo al abandono. Eso, papá, es un acto de amor.
Te perdono por irte, porque ahora sé que fue lo mejor.
Atentamente, tu hija.
Si tú como yo, fuiste de esos hijos que crecieron sin padre, te invito a reflexionar y a perdonar, claro, cuando estés listo para hacerlo.
***
No te pierdas el mejor contenido de Viviendo en Casa en YouTube.