Padres e hijos

Cómo distinguir un berrinche de una crisis de un niño autista

En el mundo existen diversidad de personas cada una de ellas únicas e irrepetibles, y...

Alejandra Chavarria

En el mundo existen diversidad de personas cada una de ellas únicas e irrepetibles, y cuando se transfieren estas cualidades al área de crianza, puede representar un reto el aprender a cómo lidiar con ellas, especialmente cuando se trata de los hijos. Por ello, ahora te diremos cómo distinguir un berrinche de una crisis de un niño autista.

Cuando se trata del autismo, es algo aún más complejo, ya que a diferencia de otros padecimientos, esta condición puede disfrazarse de diversas actitudes en los niños que se presentan como berrinche, capricho e incluso ansiedad. A su vez, el autismo representa un espectro muy amplio, donde puede haber personas con un gran potencial intelectual pero con dificultades sociales o incluso, aquellos con una condición mental de otras características.

Y, cuando se trata de los hijos, nunca se está completamente preparado para los retos que supondrá la crianza de cada uno de ellos; por esto mismo, es importante identificar las señales que puede dar el infante autista cuando esté pasando por un berrinche o una crisis.

rabieta en niños autistas

Entiende más sobre una rabieta en niños autistas | Fuente: Freepik

¿Cómo son las características de una crisis de un niño autista?

Muchas de estas situaciones se presentan en lo cotidiano, mientras que el berrinche en sí se presenta cuando el infante desea algo y no lo obtiene o bien, cuando no desea hacer algo, sin embargo cuando se trata de infantes con autismo puede ser aún más complejo.

Fácilmente pueden perder el control por la frustración que se genera. Por su parte, cuando se presenta una crisis debemos saber que esta puede venir de las emociones y al ser complejo el poder reconocer dichas emociones, el infante puede inquietarse y frustrarse al no saber cómo reaccionar.

Una de las formas de poder ayudar cuando se presenta esta situación en el día a día y con más personas presentes es ser empáticos con los infantes y su familia, además de ser pacientes con la situación.

Ambas acciones pueden sentirse similares, sin embargo, se debe reconocer cada una de ellas para aprender y poder trabajarlas en familia. Y lo que se debe hacer como sociedad es comenzar a poner en práctica la empatía y el respeto.

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Escrito por
Alejandra Chavarria