¿Cuándo y cómo hablar con tus hijos sobre racismo para evitarles prejuicios?
En el contexto de las protestas en Estados Unidos por el asesinato de George Floyd...

En el contexto de las protestas en Estados Unidos por el asesinato de George Floyd a manos de un policía, muchos padres se encuentran preocupados respecto a cómo abordar este tema con sus hijos para evitar que crezcan con prejuicios basados en el color de piel de las personas.
Y es que ahora, con la accesibilidad a la tecnología y las redes sociales, es muy fácil que los niños observen videos sobre violencia por discriminación o incluso que lleguen a normalizar este tipo de conductas.
Entonces ¿cómo hablar sobre racismo con los niños?
Los niños aprenden sobre los prejuicios raciales desde una edad temprana y aprenden precisamente de sus padres, a reaccionar ante las diferencias que la sociedad hace por este motivo.
En ese sentido, la presidenta del Comité de Salud de Minorías, Equidad e Inclusión de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), Nie Heard-Garris, explicó que “el primer paso de un padre es cuidar de sí mismo, de su salud mental y de su salud emocional. Ponerse primero la máscara de oxígeno propia antes de ayudar a su hijo”.
Asimismo, agregó en entrevista con CNN que una vez que los padres están listos para hablar de manera tranquila y racional, “entonces pueden analizar lo que es importante transmitirle a su hijo para que no esté compartiendo información que pueda traumatizarlos o hacerlos sentir inseguros”.
Y por supuesto, lo primero será afrontar tus propios prejuicios como adulto y corregirlos ya que los padres son los primeros maestros de sus hijos; enviar un mensaje coherente les ayudará a los niños a entender por qué es importante la diversidad racial y cultural.
Otra cosa que puedes hacer es exponer a tus hijos al contacto con otro tipo de personas; esta experiencia puede ser obtenida viajando a algún otro país o comunidad distinta.
¿Cuándo es mejor hacerlo?
Según los expertos, cuando los bebés llegan a los 6 meses de edad, su cerebro ya puede reconocer diferencias raciales.
Más tarde, entre los 2 y los 4 años, los niños ya pueden internalizar prejuicios raciales.
A los 12, muchos niños asientan sus creencias, lo que les da a sus padres una década para moldear el proceso de aprendizaje con el fin de que disminuyan los prejuicios raciales y mejore la comprensión cultural.