Padres e hijos

Hijos de padres divorciados producen menos «hormona del amor»

Un divorcio por más «pacífico» que sea, siempre deja secuelas en la familia, principalmente en...

Loretta Chantiri

hijos padres divorciados
(Foto: Freepik)

Un divorcio por más «pacífico» que sea, siempre deja secuelas en la familia, principalmente en los hijos, así sean pequeños o más grandes, y un reciente estudio el cual revela que los hijos de padres divorciados producen menos oxitocina también conocida como la «hormona del amor», lo demuestra.

Para quienes no lo saben, la oxitocina ha sido bautizada con tal nombre puesto que es una hormona que se libera al experimentar situaciones sentimentales profundas como por ejemplo, cuando estamos enamorados de otra persona, a la hora de un parto, al momento de abraza o convivir con un ser querido o en alguna interacción sexual; en general vínculos emocionales.

¿Cómo afecta el divorcio en la producción de oxitocina?

De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Comparative Psychology, realizado por María Boccia, Ph.D., profesora de la Universidad de Baylor en Robbins, los efectos a largo plazo del divorcio en los niños han sido poco estudiados y por tanto se desconoce mucho de este campo.

No obstante, investigaciones previas mencionados en el estudio señalan que el divorcio o la muerte de uno de los padres se asocian con depresión y ansiedad principalmente en adolescentes y adultos. Además, cuando estos jóvenes llegan a adultos y tienen hijos, ofrecen una crianza deficiente ya que son menos sensibles, cálidos y reaccionan de manera exagerada usando más los castigos.

Por su parte María Boccia revela en su investigación que la oxitocina fue sustancialmente menor en personas que experimentaron el divorcio de sus padres, esto en comparación con quienes no lo sufrieron en la niñez, lo que también se reflejó en sus niveles de apego.

Lo que llevó a la profesora a concluir que los niveles de oxitocina se vieron severamente afectados en hijos de padres divorciados. Para dar con el resultado Boccia, reunió a 128 personas de entre 18 y 62 años de las cuales el 27.3% señaló que experimentaron el divorcio de sus padres, en promedio, cuando tenían 9 años de edad.

Durante el estudio se les cuestionó sobre estilos de crianza, protección, indiferencia de los padres, sus propios niveles de confianza, si tenían o no incomodidad con la cercanía de otras persona, entre otras cosas.

Finalmente se les pidió una muestra de orina con lo que se concluyó que los niveles de oxitocina u “hormona del amor” son menores en hijos de padres divorciados. La única cuestión que le quedó a María Boccia por resolver es si la edad que se tiene al momento del divorcio influye de manera distinta.

¿Crees que una persona pueda verse afectada a nivel fisiológico y emocional por el divorcio de sus padres?

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Escrito por
Loretta Chantiri