Convertirse en mamá es sin duda uno de los retos más grandes a los que se enfrenta una mujer, y es que nadie nace sabiendo todos los secretos o consejos que ayudarán a llevar a los hijos al éxito. Pero hay una fórmula infalible que ayudará a hacer que los pequeños se conviertan en personas que pueden aportar de forma positiva a la sociedad: ser una madre cariñosa y empática.
Quizá para algunas madres el concepto de la «empatía» puede ser nuevo o incluso desconocido, ya que es a través de la maternidad respetuosa mediante la cual se ha intentado difundir este mensaje en el que se busca que las mujeres sean conscientes de las emociones o sentimientos de otras personas que son ajenas a su entorno, para así poder transmitir esta comprensión, tolerancia y respeto a sus pequeños.
Precisamente dentro de la línea de la crianza positiva, se habla mucho sobre la importancia de las madres cariñosas pues de acuerdo con un estudio reciente los pequeños que son criados rodeados de amor se vuelven adultos funcionales, generosos y respetuosos. El aprendizaje que obtienen los niños es su primera etapa -mismo que emulan al crecer- ocurre en gran medida por imitación, por lo que es fundamental «predicar con el ejemplo».
Foto: Unsplash
Muchas veces las personas se hacen cuestionamientos sobre la forma en la que sus hijos se comportan, pero pocas veces analizan sus propias acciones como para evaluar si en algún punto una decisión los está llevando a desarrollar una crianza que puede afectar de manera negativa el desarrollo de valores de sus pequeños.
Esta es la clave fundamental para criar niños generosos
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology: Emotion Science, la generosidad de los niños surge a través de la combinación de experiencias de socialización a la que los hijos están expuestos, aunado a ello, se debe considerar la regulación fisiológica y aún más importante: el amor compasivo de sus madres.
Las madres cariñosas y empáticas promueven en los hijos la capacidad de actuar de forma prosocial, lo cual indica que le prestarán atención a la otra persona con base en sus necesidades, como destacó Jonas G. Millerm del departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Stanford.
Así que si lo que buscas es hacer hijos generosos y respetuosos, lo primero que debes hacer es predicar con el ejemplo, actuar de forma amorosa y empática, así como iniciar con los procesos de regulación desde temprana edad.
***