La mesa de la paz: el secreto Montessori para resolver conflictos en casa

Se puede hablar de libertad dentro de límites claros, eso es el método Montessori y sus técnicas podrían ser justo lo que tus hijos necesitan para gestionar mejores sus emociones. No importa si están en conflicto con otros o consigo mismos, ayudarlos a entender lo que les está pasando es fundamental para su desarrollo.

La mesa de la paz es un instrumento de la filosofía Montessori para que los niños identifiquen sus emociones y pongan fin a las diferencias que pudieran tener con un hermano en casa o con un amigo en la escuela.

Y dado que el método Montessori brinda al niño un papel activo en su proceso de aprendizaje, esta herramienta consiste, sobre todo, en poner a su disposición una serie de objetos que faciliten su catarsis.

Úsese en caso de

1. Un conflicto interno. Cuando el pequeño llora ‘sin razón aparente’, cuando está incómodo y parece triste, enojado o frustrado, sobre todo, si no puede verbalizar aún sus emociones.
2. Un conflicto entre dos. Entre niños o entre un niño y un adulto. Los más pequeños necesitan de la intervención de un adulto, los niños de entre 4 y 5 años pueden, con las reglas básicas, hacer el ejercicio por sí solos.

Si tu pequeño y tú tienen diferencias, proponle arreglarlas con este método. Solo asegúrate de sentarte a su altura (literal) y de evitar a toda costa frases hirientes o una actitud pretenciosa.

Lo que necesitas

• Una mesa o una cesta, el espacio neutral que tu hijo o hijos destinarán a la reflexión.
• Dos sillas pequeñas (para niños) si es que usarás la mesa en lugar de la cesta.
• Una pelota o cualquier otra figura antiestrés (idealmente una en forma de corazón).
• Un reloj de arena de un minuto de duración.
• Una campana, un timbre o un tambor.
• En niños mayores, es importante contar también con un libro que los ayude a identificar y gestionar sus emociones.

¿Cómo funciona la mesa de la paz?

1. Deja que pase el efecto químico de la emoción que, según los expertos en neurociencia, no toma más de 90 segundos. Ahora, invita a tus pequeños a sentarse alrededor de la mesa o cesta.
2. Si se trata de un conflicto interno, el niño puede usar la figura antiestrés o el reloj de arena para centrar su atención y racionalizar la emoción. Pero si hablamos de un conflicto entre dos, entonces, uno de los pequeños entrega la figura al otro como ofrenda de paz.
3. Cuando dos pequeños o un niño y un adulto tienen un conflicto, con el reloj de arena se toman turnos para hablar. Quien tiene la palabra, tiene la figura antiestrés, la pasa al terminar. El niño se expresa, gritar no está permitido, menos aún en una discusión entre padre e hijo.
4. Finalmente, sin importar si se trata de un conflicto interno o externo (entre dos), se toca la campana, el timbre o el tambor cuando se consigue controlar la emoción y llegar a un acuerdo.

Como parte del ejercicio de la mesa de la paz, el libro entra en acción cuando el niño o los niños son incapaces de verbalizar eso que está pasando por su cabeza. Hay mucha literatura que se concentra en la educación emocional, verdaderos ‘emocionarios’ que ponen en palabras lo que pasa a nivel fisiológico y psicológico durante un momento de crisis.

Y si, por alguna razón, estás fuera de casa o del área en que sueles implementar esta técnica, consigue lápiz, papel y una caja con tapa (no importa el tamaño) para llevar a cabo la caja de la rabia, una técnica que es perfecta en caso de berrinches que parecen salirse de control.

¿Has probado alguna otra herramienta Montessori con tus hijos? Recuerda que con amor y empatía todo tiene solución.

Con información de Montessori en casa

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