Las terribles consecuencias psicológicas de castigar a los niños con la ley del hielo
Callar es un acto de sensatez en muchos momentos, pero no cuando se trata del...

Callar es un acto de sensatez en muchos momentos, pero no cuando se trata del silencio como castigo. Estas son las terribles castigar a los niños con la ley del hielo, asegúrate de proteger la salud mental de tus hijos.
Empecemos por dejar en claro que el castigo es un método correctivo que, aunque muy popular, puede ser altamente peligroso. Es poco educativo y provoca cambios, pero a costa de generar miedo, culpabilidad y frustración.
Los castigos a los niños parecen cosa del pasado, sin embargo, hace poco que se hizo viral el caso de una escuela en Estados Unidos que usa el castigo corporal como medida disciplinaria, no solo con consentimiento, sino por petición de los padres.

El silencio como castigo es muy dañino | Foto: Freepik
Cuáles las consecuencias psicológicas de castigar a los niños con la ley del hielo
El castigo físico es, sin duda, el peor de los abusos hacia los niños, pero ignorar o burlarte de tus hijos también deja marcas profundas que afectan su desarrollo dramáticamente. No perdamos de vista que las palabras hieren y usar el silencio como castigo también.
La ley del hielo engloba diferentes conductas cuyo objetivo es ignorar a una persona manteniéndola apartada de un grupo. Se busca doblegar a los niños para hacerlos ceder y, aunque se puede conseguir, se trata de un chantaje emocional que los lleva a sentirse perdidos y desamparados.

El silencio puede ser más duro que las palabras | Foto: Freepik
Castigar a los niños con la ley del hielo es una forma de maltrato infantil, pues sus cuidadores, de quienes dependen, los dejan a la deriva. Para tus hijos, tu silencio significa el abandono y la muerte, viven intensamente la privación y el daño es dramático provocando:
- Ansiedad. Cuando el niño no sabe lo que está pasando, se lo imagina y esto, por supuesto, trae consigo tensión mental, estrés y síntomas de ansiedad.
- Una falsa independencia. Tus hijos aprenderán a gestionar tus silencios y valerse por sí mismos, pero ya no solo desconfían de ti, sino de cualquier persona que se cruza por su camino.
- Baja autoestima. El silencio como castigo les hace creer que cualquiera que los ‘quiera’ puede ignorarlos, de modo que desarrollan un apego inseguro y la sensación de desamparo puede hacerse más fuerte con el paso de los años.
Protege la salud mental de tus hijos y aprender a disciplinar de forma positiva.
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