Padres e hijos

Mamá: pase lo que pase, siempre créele a tus hijos

«No digas mentiras», una frase con la que crecimos todos y que seguro decimos a...

Bárbara Olguín

por que siempre tienes que creerle a tus hijos
Siempre debes creerle a tus hijos, te decimos por qué | Fuente: Unsplash

«No digas mentiras», una frase con la que crecimos todos y que seguro decimos a nuestros hijos ahora que somos padres. Está presente en la Biblia y hasta en los cuentos, como Pinocho. Y es natural, pues como padres queremos inculcar en nuestros hijos buenos valores, que siempre digan la verdad, sobre todo si queremos dejar buenos seres humanos en el mundo.

Sin embargo, no puede haber frase más dañina como esa, sobre todo, para los niños más pequeños, ¿por qué? Porque son blanco fácil de que no les creamos. Contrario a lo que muchos puedan pensar, los niños pequeños son incapaces de mentir de una forma convincente, con fines de manipulación o de engañar. De acuerdo con la Teoría de la mente, hasta los 4 años asumimos que todo lo que sabemos lo saben los demás, por lo que el concepto de «engaño» no habita en su mente.

Si bien es cierto que la realidad de los niños no se ajusta a la nuestra, pues durante sus primeros años son incapaces de distinguir la realidad de la fantasía y puede que tengan recuerdos de hechos que no pasaron, no significa que están mintiendo. Cuando nos cuentan algo, para ellos es algo totalmente real, no podemos considerarlo un engaño. Por eso te contamos por qué, mamá, pase lo que pase, siempre créele a tus hijos. 

que hacer si mi hijo me cuenta un abuso

Los niños pequeños son incapaces de mentir y manipular | Fuente: Unsplash

Muchos niños pequeños apenas están desarrollando la capacidad de comprender el mundo a su alrededor y están aprendiendo cómo funciona. Así entienden el mundo en esa etapa. Por ello, cuando nos cuentan algo, en muchas ocasiones nos puede resultar extraño, pues no logran explicar totalmente lo que sienten o piensan, ya que su mente es más rápida que su lengua.

Por ejemplo, nos pueden decir que le duele algo, cuando en realidad está triste, nervioso o molesto por algo, pero es la forma que tiene para comunicarnos que algo le pasa. Quizá nos digan que hay un monstruo debajo de la cama. Eso no quiere decir que literalmente hay una criatura debajo, sino que sienten miedo. Y ese miedo es real. Que nos digan algo que pueda no parecernos «real» (según concebimos el mundo como adultos) no quiere decir que estén «mintiendo». 

razones para siempre creerle a tus hijos

Cuando estén tristes o molestos van a expresarlo a quien le tengan confianza | Fuente: Unsplash

Acudir a herramientas de contención, sumado a una educación amorosa y empática, pueden ayudarle a nuestros hijos a lidiar con sus emociones y sus miedos. En el caso del monstruo, podemos ahuyentarlo o darle un peluche que le proteja. Lo importante es creerles todo lo que nos cuentan. Eso refuerza la confianza que tienen en sí mismos y la que nos tienen. De esta forma vamos a poder abordar sus preocupaciones de una forma respetuosa con sus emociones a lo largo de toda su vida, desde su infancia temprana hasta su adolescencia.

Cuando les creemos a nuestros hijos, fomentamos que confíe en nosotros y, por tanto, no nos mienta, pues así encuentra siempre el consuelo que necesita en nosotros. Sin embargo, en ocasiones, los niños pueden contar situaciones que nos sean difíciles de creer, como un caso de abuso sexual. Confiar en lo que nos dicen es de vital importancia, pues esto nos permite protegerle y ayudarle. 

los niños pueden mentir sobre un abuso sexual

Confiar en lo que nos están contando es fundamental | Fuente: Unsplash

Lamentablemente, la violencia contra los menores de edad es mucho más común de lo que pensamos, de hecho, los principales agresores, de acuerdo con las estadísticas en nuestro país, son sus familiares más cercanos. Las consecuencias de estos abusos tienen serias y fuertes repercusiones en nuestros niños, sobre todo en su salud emocional y cerebral. Si bien la mayoría de los niños que son abusados sexualmente pueden lucir normales en un examen físico, que los padres los tachen de mentirosos los coloca en una posición muy vulnerable.

Y es que en una situación de abuso, el perpetrador mantiene el silencio de los niños bajo amenaza. Una de las frases que utilizan los violadores es precisamente: «si dices algo, nadie te va a creer». Si negamos o no les creemos a nuestros hijos cuando nos dicen una información como esta, por muy difícil que sea para nosotros asimilarla, sólo corroborará la amenaza y será devastador para el niño. Es muy importante que en una situación de abuso sexual infantil la familia responda de inmediato.

En muchas ocasiones, el abusador es una persona de confianza, lo que complica que podamos procesar lo sucedido. Debido a que es una persona conocida, generalmente, el infante no lo siente como un acto violento. De hecho, el abusador trata muy bien al niño, establece un vínculo con él, por lo que en un primer momento, pareciera ser algo normal. El problema viene cuando crecen y se dan cuenta de que ese tipo de relación no es normal, que no todo el mundo se lleva así con sus familiares o gente de confianza. O cuando recuerdan que contaron de esto a sus padres y no les creyeron. Siempre, siempre, pase lo que pase, hay que creerles a nuestros hijos.

por que siempre debes creerle a tus hijos

Contener a nuestros hijos, con amor y respeto creará vínculos de confianza | Fuente: Unsplash

Los niños más grandes que desarrollan la capacidad de mentir, lo hacen para salir de una situación, que consideran, los puede afectar. Habrá que cuestionarnos, si un niño (de cualquier edad) comunica que es víctima de abuso sexual a sus padres, ¿qué ganaría con mentir sobre algo así?, ¿se libra de ser castigado de alguna travesura?, ¿se sale de un apuro gordo?

Recordemos que los niños siempre escogen a quién contar sus problemas y siempre acudirán con quienes tengan confianza. Por ello, debemos estar atentos a lo que nos cuentan, a lo que dibujan, a las señales que puedan pasar desapercibidas, notar si se sienten incómodos al saludar a algún adulto, no forzarlos a darles besos y, sobre todo, creerles cuando nos comuniquen lo que están sintiendo y pasando. Ante todo, creerles a nuestros hijos que al abusador, por muy buena persona que pueda parecer. Si de algo te sirve, recuerda que está científicamente comprobado que los niños no son capaces de mentir.

¿Qué piensas sobre este tema? ¿También consideras importante siempre creerle a tus hijos?

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Escrito por
Bárbara Olguín