¿Recuerdas cuántas veces te quejaste por los regaños de tu madre durante la infancia y adolescencia? Pues ahora, quizá deberías agradecerle, ya que es gracias a ella que seas la persona de bien que hoy eres. Y para comprobarlo, la Universidad de Essex publicó una investigación en la que se confirma que las mujeres exitosas tienen un factor en común: mamás enojonas y estrictas.
El estudio, llevado a cabo en Inglaterra, determinó que las niñas adolescentes que tienen madres estrictas, tienen menos probabilidades de quedar embarazadas y sufrir las complicaciones de la vida a las que conlleva ser una madre a tan temprana edad.
También tienen más posibilidades de ir a la universidad y de quedar desempleadas o ganar salarios bajos durante su vida laboral.
Si bien, muchas veces cuando estamos en la pubertad y la adolescencia, queremos hacer lo que nosotros queremos con nuestras vidas (y en ocasiones lo logramos), también es cierto que las recomendaciones de nuestros padres terminen influyendo eventualmente y de manera muy sutil.
Ojo, es importante aclarar que con mamás enojonas y estrictas no nos referimos a madres violentas o que golpean y humillan frecuentemente a sus hijas e hijos. Este concepto más bien aplica a las mamás que saben que a veces es necesario decirle que NO a sus pequeños, aunque se les parta el corazón; que hacen lo que creen correcto y mantienen su postura aunque sus hijos insistan en lo contrario y que establecen estándares altos (pero realistas) para sus hijos.
Para llegar a dichas conclusiones, publicadas por el diario Daily Mail, los investigadores estudiaron a lo largo de seis años, la vida de 15.500 estudiantes de 13 y 14 años; de ellas, las que crecieron con madres estrictas fueron las que, con el tiempo, tuvieron mayores probabilidades de tener un título universitario y mejores salarios cuando comenzaron a trabajar.
Te recomendamos:
