Método de las tres A: La forma de controlar los berrinches de tus hijos sin gritos
Solemos pensar en los berrinches como simples rabietas de los niños, sin embargo, los colapsos...

Solemos pensar en los berrinches como simples rabietas de los niños, sin embargo, los colapsos son una respuesta fisiológica relacionada con el sistema de detección de amenazas del cerebro y aunque a veces puede ser difícil para los padres de familia el saber cómo reaccionar, existe una forma de controlarlos: el método de las tres A.
De acuerdo con R. Douglas Fields, neurocientífico y autor de ‘Why we snap: Understanding the Rage Circuit in your Brain’, los berrinches involucran dos partes del cerebro: la amígdala, responsable de procesar emociones, y el hipotálamo, que controla funciones inconscientes como la frecuencia cardíaca o la temperatura.
Cuando tus hijos comienzan de pronto a hacer una rabieta, probablemente no se estén dando cuenta de que están siendo difíciles, es que simplemente su amígdala detectó una amenaza y su hipotálamo hizo que se rompiera. De hecho, en esos momentos, los niños pueden llegar a tener las palmas de las manos sudorosas, músculos tensos y latidos cardíacos acelerados.
Es por ello que saber cómo actuar ante los berrinches de tus hijos sin perder la paciencia, ni faltarle al respeto, es fundamental para cuidar de la salud mental de tus pequeñitos.
¿En qué consiste el método de las tres A?
Este método creado por la doctora Mary Gleason, psiquiatra del Hospital Infantil de Virginia y experta en el tema, explica que durante los berrinches, los pequeños ven abrumada su capacidad para pensar y reflexionar, por lo que los sentimientos se vuelven mucho más fuertes.
En ese sentido, el objetivo es hacer que tus hijos se hagan conscientes de sus emociones y sepan cómo regularlas sin perder el control mediante los siguientes pasos.
Anticípate
Lo primero es que tú respires profundo para tranquilizarte y a su vez, transmitir esa calma a tus hijos para que poco a poco, logren entrar en control de sí mismos.
Si tu hijo se percata de que enfureces, pensará que reaccionar de esa manera es normal y te imitará.
Ten en cuenta que anticiparte también incluye saber qué lugares o circunstancias podrían detonar una rabieta; por ello, debes platicar desde antes con tu hijo y explicarle, si no tienes dinero para comprarle algo o si por su salud no le permites consumir golosinas, él lo entenderá paulatinamente.
Paso 2 del método: Acompáñalo
Mantente a su lado durante el berrinche y explícale con firmeza, mas no gritando, que no le prestarás atención hasta que decida calmarse.
Evita hacer lo que muchos otros padres de familia de alejarse y dejar solos a los niños mientras están llorando en el piso; esto puede hacerlos sentir tristes, humillados e incomprendidos.
Abrázalo y platica con él
Los especialistas recomiendan darle un abrazo o apapacho por un par de minutos para darle contención física y emocional, además de que con ello, evitarás que se haga daño a sí mismo o a su entorno. Permitirle llorar en tus brazos lo hará sentir amado y que puede demostrar sus emociones, probándole que es válido sentirse triste o enojado.