¿Por qué tu hijo se porta mal? Podría esconder alguna necesidad
Sí, sabemos que todos los niños son curiosos, activos y traviesos por naturaleza; sin embargo,...
Sí, sabemos que todos los niños son curiosos, activos y traviesos por naturaleza; sin embargo, hay actitudes que no son normales e incluso pueden resultar en signos de alerta para los padres. Por eso, es importante que comprendas por qué tu hijo se porta mal y si podría estar escondiendo una necesidad detrás de ese mal comportamiento.
De acuerdo con el pediatra Gabriel Ruiz, el primer paso para los padres de niños que se portan mal es entender cómo funciona su cerebro; es decir, intentar descifrar el motivo por el que está actuando de esa forma pues casi siempre actúan de esa manera por motivos muy específicos como por llamar la atención de sus padres o porque no sabe manejar su frustración (porque no se le ha enseñado cómo manejar sus emociones).
Para el especialista, si estás preocupado porque tu hijo se porta mal, lo que debes hacer es crear una lista de conductas que crees que se deben mejorar y planear una estrategia de qué hacer cuando actúe de esa forma priorizando cuáles son las cosas que debes corregir con más urgencia y después, reforzar la conducta positiva de tu hijo con abrazos, palabras amorosas o permisos (OJO: solo cuando se porte bien).
Pero para llegar a ese punto, primero debes comprender por qué los niños se portan mal.
Según la doctora Laura Markham, psicóloga clínica de la Columbia University y autora del libro ‘Padre pacífico, niños felices’, dependiendo el mal comportamiento de tu hijo, puedes saber cuál es la necesidad que no ha podido expresar.
Si tu hijo, por ejemplo, es mandón o controlador, es probable que necesite que sus padres le den seguridad, ya que puede sentir un enorme miedo de que sus necesidades no vayan a ser satisfechas.
En cambio, los niños que exigen las cosas llorando o hablan como quejándose podrían ser infantes con los que sus padres son demasiado duros y solo necesitan sentir que pueden llorar sin ser regañados o juzgados.
Los niños que son rebeldes suelen necesitar sentirse en control de sus decisiones (aunque aún sean pequeños para hacerlo correctamente), quieren sentir poder sobre su vida y posiblemente ayude que de vez en cuando lo dejes elegir algunas cosas, como su vestimenta o el restaurante al cuál ir a comer el fin de semana.
Si consideras que tu hijo se porta mal porque no te presta atención cuando le hablas, esto podría reflejar que él o ella siente que sus padres no suelen tomar en cuenta sus deseos.
Finalmente, si hablamos de un niño contestón e irrespetuoso, hablamos también de un pequeño que no se siente completamente conectado con sus padres; quizá necesites fortalecer el vínculo afectivo con él.
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