¿Es por su bien? Presionar a los niños deportistas podría hacerles más daño del que crees
Fomentar en tus hijos el espíritu competitivo es completamente sano e incluso podría considerarse una...

Fomentar en tus hijos el espíritu competitivo es completamente sano e incluso podría considerarse una excelente herramienta para el futuro; sin embargo, como todo en la vida, debe existir un límite… sobretodo cuando se trata de deportes, pues es un ámbito en el que muchos padres pueden llegar a ser demasiado apasionados. Por ello, es importante entender hasta qué punto es bueno presionar a los niños deportistas.
Y es que aunque generalmente los niños se inician en algún deporte por diversión, es probable que también sea por influencia de sus padres, y en el camino, sufran exceso de presión y exigencias que no solo les hará perder el gusto por esa actividad, sino también les traerá diversos daños en su salud física y mental.
De hecho, existe un término para lo que resulta de presionar demasiado a los niños deportistas y se le conoce como ‘síndrome de burnout’.
Esto puede ocurrir cuando, como padres, hacemos algunas conductas excesivas con nuestros hijos. Por ejemplo, gritar directrices desde la tribuna, corregir a los niños aún contra lo que indique el entrenador, o incluso hablar todo el día de lo bien (o mal) que juega su hijo.
De acuerdo con Marcelo Godoy, maestro en Psicología Clínica y de la Salud y director de la carrera de Psicología de la Universidad de Flores (Uflo), este síndrome se relaciona con el estrés laboral y consiste en un proceso paulatino por el cual las personas pierden interés en su trabajo hasta llegar a profundas depresiones.
Es muy probable que los padres que llegan a presionar de esa manera a los niños no son conscientes del impacto que producen en su salud. Es decir, actúan por desconocimiento, o por creer que hacen lo mejor para su hijo.
Sin embargo, se estima que el 50% de los niños y jóvenes que viven bajo severas exigencias de sus padres sufrirán agotamiento emocional en algún punto, el 52% va a padecer agotamiento mental y el 65% agotamiento físico. Es decir, será la primera aparición del síndrome de ‘burnout’.

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¿Qué es el ‘síndrome de burnout’?
De acuerdo con los especialistas, este es un síndrome con el cual, quienes lo padecen, se sienten fracasados y con un agotamiento absoluto como consecuencia de la enorme presión a la que se ven sometidos.
“Como consecuencia del síndrome de burnout el sentimiento de entusiasmo y deseo de jugar empiezan a desaparecer y la energía comienza a disminuir. La disminución de esta potencia energética lo lleva a que padezca abandonos coyunturales acompañado de decepción, angustia y depresión. Al final se genera una pérdida general de la confianza en sí mismo, un verdadero quiebre de la autoestima, alienación y deseo de abandonar toda la actividad” explicó Marcelo Godoy.
Las consecuencias de presionar demasiado a los niños:
Estas pueden ser…
- Físicas: síntomas como insomnio, taquicardia, dolor de espalda, trastornos y malestares gástricos y cefaleas frecuentes.
- Psicológicas: depresión, reacciones explosivas de ira, intenso mal humor, agitación, cinismo, sentimientos de culpa y quiebre psicológico.
- Relación con el entorno: básicamente insatisfacción con la actividad que está desarrollando, ausentismo a los entrenamientos, descenso de la productividad, de la eficacia, pérdida del rendimiento y tendencia al abandono.
Recuerda que la salud de tu hijo está por encima de todo. Apóyalo, gane o pierda, y aprende a celebrar sus logros por más pequeños que sean. Si notas que tu pequeño ya presenta alguno de estos síntomas, es importante que acudan con un especialista; la salud mental es tan importante como la física, no lo olvides.