El crecimiento de los hijos es algo anhelado por los padres, principalmente porque significa un paso hacia la autonomía e independencia; sin embargo, para los pequeños el crecer también es sumamente retador, tanto que es posible que se presente la crisis de los 7 años.
Se trata de una etapa en la vida que consiste en la transición de la niñez a la niñez mediana, este momento marcará un paso más en su desarrollo, pero también implicará cambios importantes que lo harán más irascible e incluso un poco más agresivos. ¿Pero por qué?
La crisis de los 7 años en realidad se presenta desde los seis años y se manifiesta cuando el pequeño comienza a rebelarse contra todo y su palabra favorita es el «no»; los cambios de humor y el comportamiento exasperado se vuelven una constante.
La rebeldía puede ser parte de esta transición en la niñez mediana | Fuente: @Pexels
Entre las señales más claras de que ya atraviesa la crisis de los 7 años está: que no acepta la autoridad, impone su voluntad por encima de la de los demás, se rebela cuando no consigue lo que quiere, responde con un «no» a casi todo lo que se le pide o pregunta; actúa de manera caprichosa, pasa de la risa al llanto muy fácil, se muestra inquieto e hiperactivo.
¿Por qué se presentan los «rebeldes 7» en los pequeños?
De acuerdo con el portal «Mama Psicóloga Infantil» estos cambios de los «rebeldes 7» se deben a que el cerebro del pequeño está en constante evolución y el sistema nervioso comenzará a responder de manera diferente a los estímulos externos.
«Su cerebro, en constante crecimiento y evolución, necesita todavía más tiempo para madurar y lograr que funciones ejecutivas como la atención, concentración, planificación o control de los impulsos le permitan estar más tiempo centrados en una tarea o comprender mejor el mundo que les rodea», especifica la experta.
La crisis de los 7 años puede ser todo un reto para los padres | Fuente: @Pexels
Para ayudar a tu hijo a enfrentar esta transición es fundamental que tengas mucha paciencia, porque gracias a ella evitarás escenas violentas o agresivas que poco aportan en una crianza respetuosa.
- Procura no regañarlo, concéntrate en las cosas a las que responde de manera positiva
- Observa sus aciertos y elabora un discurso en el que lo inviten a «ser tan bueno como lo es en tal actividad» y compararlo con aquella en la que no le va muy bien
- La crisis de los siete requiere de mucha comprensión, vira el discurso negativo que puedas expresar hacia uno más constructivo
- No descargues tu ira y frustración en tus hijos, lo mejor es trabajar para construir a su lado
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