Todos los niños tienen un comportamiento diferente y bastante específico, y si bien es normal que los pequeños suelan ser muy inquietos, hay ocasiones en que este tipo de comportamiento excede los límites de lo «normal» dando a entender que se trata de un niño o una niña de ‘alta demanda’. Te explicamos a detalle qué es lo que significa y así conozcas si tu hijo o hija pertenece a este grupo.
Si tu hijo se caracteriza por ser absorbente, perseverante e insistente; por no saber jugar solo y necesitar a mamá o papá todo el tiempo para entretenerse o por pedir aprobación y contacto de manera constante, puede que sea un niño de ‘alta demanda’.
De igual forma si manifiesta sentimientos de inseguridad o miedo cuando no estás cerca; si tiene conductas de hiperactividad, siempre con energía muy activa, muy intenso en lo que hace y resulta impredecible o si tiene dificultad para calmarse solo. Y en el caso de los bebés, si se alimenta mucho, se despierta con frecuencia, llora ante cualquier señal de ausencia y es complicado dormirle.
Un bebé que llora en demasía, puede que sea un niño de alta de manda | Foto: Freepik
Este termino creado por el Dr. William Sears (pediatra estadounidense) tras el nacimiento de su cuarta hija quien mostró un temperamento difícil y resistente en comparación a sus anteriores hijos, no es algo que como madre o padre deba generarte demasiada preocupación, pero si es algo a lo que deberás prestar especial atención durante el desarrollo de tu hijo o hija.
Pues de acuerdo con Sara Tarrés, psicóloga infantil y madre, todos los bebés y niños demandan atención y cuidados, unos más que otros. Y las necesidades de cada uno de ellos deben ser atendidas y consideradas como normales a pesar de lo difícil o agotador que pueda ser para el adulto que los atiende.
“No podríamos decir que los niños de alta demanda tengan necesidades no normales, solo que las necesitan con mayor frecuencia y las expresan con mayor intensidad. Precisan atención, compañía, afecto, aprobación de sus referentes principales, un entorno que les comprenda, que les estimule, que les sostenga y una base segura donde desarrollarse. En definitiva, lo que cualquier criatura precisa para desarrollarse correctamente a nivel físico, cognitivo, emocional y social”.
Una niña o un niño latoso no deja de ser normal | Foto: Freepik
Por su parte, la psicóloga Margot Ripoll de la Clínica Uditán dice que hay que hacer hincapié en que son niños normales, pero que simplemente perciben el entorno con mucha sensibilidad y viven con mucha intensidad; nos necesitan más y así nos lo hacen saber.
“Son niños que necesitan mucha presencia de los padres y acompañamiento para transitar las emociones negativas de forma especial. Su alta sensibilidad los hace muy vulnerables por tener una baja tolerancia a la frustración y por eso necesitan un modelo de calma y saber hacer”.
La doctora Ripoll menciona que no se trata de cambiarlos, sino de suavizar su carácter y ayudarles a canalizar sus actos de forma más constructiva. Ella considera que un niño de alta demanda necesita, por un lado, cubrir sus necesidades afectivas y de atención y sentirse aceptado sin ser comparado. Por ello, también menciona que hay que tener especial cuidado con el lenguaje y evitar palabras del tipo “no puedo más” y acompañarlos en la transición de las emociones y los conflictos.
No es tu culpa, ni estás haciéndolo mal, a veces los niños simplemente son así | Foto: Freepik
En el caso de los bebés que también pueden considerarse niños de ‘alta de manda’, se debe prestar especial atención ya que, como lo destaca el pediatra Armando Bastida, fundador del sitio Criar con Sentido Común, cuando los padres se dan cuenta enseguida de que su hijo no se parece a otros bebés conocidos, llegan a pensar que están haciendo algo mal o que a su bebé le pasa algo.
En este sentido, ayuda mucho hablar con otras madres y padres que hayan tenido bebés similares, porque te entienden, lo han vivido e incluso podrían dar algunos consejos. Y si bien el término niño de ‘alta de manda’ solo sirve para etiquetar a los peques de comportamiento diferente (razón por la que debería desaparecer), existe un motivo por el que también es una terminología positiva para los padres.
Armando Bastida considera muy sanador cuando alguien le dice a esos padres que “podría simplemente ser un bebé de alta demanda” y que lo que están haciendo parece que está bien, porque se está tratando de colmar sus necesidades con brazos, alimento, presencia y cariño. Lo que hacen esos padres no es la causa, sino la consecuencia: solo están tratando de sobrevivir y de ayudar a su bebé a estar bien.
***
¡Te invitamos a seguirnos en Instagram!