Los 5 errores más comunes al entrenar en casa que no te dejan progresar
Aprender a ver las cosas por el lado positivo toma su tiempo. Pero si lo...

Aprender a ver las cosas por el lado positivo toma su tiempo. Pero si lo analizamos, este tiempo extra en casa es una ventana de oportunidad para dedicarte a actividades que usualmente dejas de lado por las responsabilidades del día a día. Por ejemplo, hacer ejercicio en casa.
Sin embargo, también entrenar entre las 4 paredes de tu sala puede tener sus riesgos, como que cometas alguno de estos errores comunes y ello afecte en tu progreso.
1. Demasiado tiempo e intensidad
A ver, a ver. Tampoco es que ahora debas pasar 3 horas seguidas haciendo cardio intenso, cuando el mes pasado apenas asistías a tu clase de zumba. No dejes que tu entusiasmo te haga autosabotearte, pues podrías lesionarte y terminar tumbado en cama con una férula.
Recuerda que lo ideal es ir poco a poco, no te desesperes. ¡Roma no se hizo en un día! Empieza por comparar la cantidad de ejercicio que realizabas antes de la cuarentena y ve aumentando poco a poco. Quizá de 10 en 10 minutos y no hacerlo en gran intensidad.
Si sientes dolor en alguna parte de tu cuerpo, para un par de días y coloca hielo sobre la parte afectada para desinflamar.

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2. La misma rutina todos los días
El cuerpo es una máquina perfecta… y muy compleja. Por lo tanto, para mantenerlo en forma lo más recomendable es realizar rutinas variadas, no sólo te quedes en fuerza, también puedes hacer resistencia y usar otras partes que has dejado en el olvido.
Mézclalo un poco, evita caer en lo mismo siempre. Puedes hacer, como ejemplo, media hora de alta intensidad y luego bajar el ritmo con algo de estiramientos y respiración.
3. Usa lo que tienes en casa
Probablemente no estabas preparado para la contingencia, como miles de personas. Pero eso no significa que debas gastar miles de pesos en hacer de tu casa un gimnasio, puedes usar cosas que tienes en casa sin ningún problema.
Por ejemplo, una mochila con peso es excelente para hacer sentadillas, lunges o martillo e incluso puedes tomar alguna silla del comedor para hacer fondos de triceps u otros ejercicios.
Usa tu imaginación.
4. El tipo de cardio que haces sí importa
No lo hagas sólo por cumplir con una meta de 30 o 60 minutos de cardio. Hay otras formas de incrementar tu frecuencia cardiaca sin necesidad de correr como loco por las escaleras del edificio o saltar veinte mil veces.
Y es que, aunque los ejercicios de alto impacto son buenos para mejorar tu condición y explosividad, pueden traerte lesiones.
Antes de aventarte a realizar cualquier ejercicio complicado que veas en Instagram o YouTube, fortalece tus músculos con ejercicios de resistencia como desplantes, extensiones de cadera y puentes para el tren inferior, planchas y medias lagartijas para tren superior.
También puedes iniciar con cardio de bajo impacto como marchar en tu lugar. Este ejercicio, si lo haces correctamente (rodillas arriba, brazos en movimiento) es súper efectivo.
5.No dejas descansar a tus músculos
Si ya ibas al gimnasio probablemente el coach te lo habrá dicho: los músculos necesitan descansar por lo menos 24 horas.
No puedes hacer todos los días, o sea de lunes a domingo, una rutina exclusivamente de piernas o glúteos, y si lo estás haciendo, sólo te estás autosaboteando porque lo único que harás es terminar adolorido o adolorida y no verás crecer esa parte del cuerpo que sobreentrenas.
Recuerda que hasta el más sencillo ejercicio cobra factura si lo haces repetidamente en el curso de varios días.
Te recomiendo que, si empezaste la semana con una clase intensa de HIIT, dediques otros días a fortalecer las distintas partes de tu cuerpo. Por ejemplo, un día hombro y brazo, otro cuádriceps, otro pecho y espalda, y al final glúteo.
Y sobre todo, descansa POR EL AMOR DE CRISTO, PADRE REDENTOR. Si lo prefieres, ese día que no entrenes puedes hacer otra actividad como meditar, lo cual también alimentará tu alma además de tu cuerpo.