Las tradicionales gorditas de nata que encontramos afuera de las iglesias o mientras estás parado en el tráfico, tienen un sabor inconfundible para los mexicanos, pero ¿qué pasaría si le agregáramos un toque de sabor extra para hacer de ellas un postre todavía más rico? Aquí te contamos cómo hacer gorditas de leche condensada que, además de todo, son económicas y rápidas de preparar.
Las gorditas de nata o toqueras -como es su nombre real- tienen su origen en la Ciudad de México; sin embargo, existen otras variantes como las del Bajío y norte del país que son más bien una especie de galletas cocidas en el comal; o como las de Guadalajara, donde se les conoce como cirolas y tienen forma ovalada.
En cuanto a esta versión que incluye leche condensada, su origen es incierto pero lo que sí sabemos es que, a diferencia de las tradicionales que huelen delicioso pero tienen poco sabor, estas sí son dulces y exquisitas.
¿Antojo de algo dulce? | Foto: YouTube – Katastrofa La Cocina
Ingredientes:
- 1/2 taza de aceite
- 2 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 4 tazas de harina
- 1 lata de leche condensada
- 1 cucharada de polvo para hornear
- 1/2 taza de leche (puede ser deslactosada o de almendras)
¿Cómo hacer gorditas de leche condensada?
- Lo primero es tamizar la harina junto con una pizquita de sal y el polvo para hornear, pasando la mezcla por un colador para incorporar aire y evitar grumos.
- Vierte en un recipiente esa harina y luego agrega los demás ingredientes, mezcla todo hasta crear una masa (no debe quedar pegajosa).
- Cuando tengas la masa, ve tomando pedacitos para formar bolitas con tus manos y luego apástalas para darles la forma de las gorditas.
- Una vez que hayas separado y formado las gorditas de leche condensada, calienta un sartén o comal y colócalas allí; deja que se calienten con la flama baja por alrededor de 5 minutos y luego voltea pero ojo, deben lucir cocidas de ese lado para que puedas darles la vuelta, esto depende de qué tan gruesas las hayas hecho.
- Luego deja otros 5 minutos o hasta que las veas doraditas y retira del sartén o comal.
¡Y listo! Ya tienes tus ricas gorditas de leche condensada calientitas para acompañar tu café de la mañana; puedes rellenarlas con cajeta, chocolate o queso crema y rebanadas de fresa o plátano. ¡Su sabor es increíble!
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