El COVID-19 cambió nuestras vidas de muchas maneras. Hemos vivido pérdidas, miedo, estrés y ansiedad, por supuesto que los cambios de tu cuerpo en la pandemia son completamente naturales. No dejes que los estándares de belleza dañen tu salud mental.
Pasamos más tiempo en casa y, de forma inevitable, nos movimos menos, comimos más y eso por supuesto que se nota. Queremos recordarte que no estás sola y que ni tu peso ni tu talla definen tu valor.
Los primeros días de cuarentena parecían una carrera de productividad, proyectos innovadores y nuevas rutinas de ejercicios. Sin embargo, un sube y baja emocional no hizo poner los pies en la tierra y dejar de correr sin rumbo fijo.
La cuarentena cambió nuestro estilo de vida y el estrés se empezó a notar | Foto: Pexels
¿Cómo aceptar los cambios de tu cuerpo en la pandemia?
Entre recortes de salario, pérdida de empleo, preocupación y depresión hemos atravesado frustración y enojo y, aunque hay quienes siguen creyendo que se trata de emociones ‘negativas’, son solo emociones que cumplen una función adaptativa.
Siempre vamos a recomendarte comer de forma saludable y ejercitarte con regularidad, pero sabemos que hubo días en los que no te sentías motivada y decidiste solamente acurrucarte en tu cama.
La ansiedad provoca algunos cambios físicos | Foto: Pexels
El estrés y la ansiedad pudieron haber cambiado el aspecto de tu piel, quizá ahora luce muy grasa o seca. La producción de adrenalina y corticoides modifica el sistema inmunológico y estimula la inflamación.
Y si has sentido inquietud por haber aumentado algunos kilos, debes saber que hay miles de mujeres más que se sienten igual que tú. Tu cuerpo aumentó la producción de cortisol y, a su vez, la insulina y el apetito.
Enfócate en todo lo que tu cuerpo hace por ti | Foto: Pexels
Así que sin importar si es tu piel, tu vientre o tu cabello el que luce diferente, sé amable contigo. Todos estos cambios son parte de un proceso físico y mental en el que tu cuerpo, tu templo, está acompañándote.
En lugar de pensar en tus imperfecciones, centra tu atención en todo lo que tu organismo hace por ti, respondió a todos aquellos estímulos con la intención de defenderte, de mantenerte viva y sana.
Así que atiende tu salud mental y descubre el origen de tus inseguridades, acércate con un psicólogo. Luego podrías acudir con un dermatólogo y con un nutriólogo para volver a verte como quieres, pero siempre desde el amor y no desde la vergüenza.
Privilegia tu salud por encima de cualquier canon de belleza.
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