La chirimoya es un delicioso regalo de los Andes del Perú; su nombre proviene del quechua chiri, que significa “frío” y muya, “semillas”, debido a que suele germinar en lugares altos.
Pero, ¿qué es la chirimoya?
Se trata de una fruta de pulpa blanca y forma cónica que puede llegar a medir entre 10 y 20 centímetros de longitud y pesar hasta 500 gramos cada una, aunque existen otras variedades que alcanzan un peso unitario de más de 2.7 kilogramos.
Pertenece a los árboles de la familia de las Anonáceas, y en realidad es muy similar a la guanábana.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la chirimoya está compuesta en un 80% de agua y e menor medida, tiene carbohidratos, proteína vegetal y una importante cantidad de fibra. Esta fruta es rica en vitaminas C, B3, B1, B2, B9 y A, además minerales como el potasio, el calcio, magnesio, fósforo, sodio, yodo, zinc y hierro.
Beneficios de comer chirimoya
- Favorece el funcionamiento óptimo del sistema nervioso central.
- La chirimoya es un remedio natural para reducir o eliminar la retención de líquidos.
- En un protector natural contra los parásitos intestinales.
- Ayuda a regular el sistema nervioso; funciona como ansiolítico y tranquilizante, además, contiene un alcaloide que regula la segregación de químicos que ocasionan depresión.
- El consumo de chirimoya proporciona sensación de saciedad, por lo que resulta un aliado excelente si estás buscando bajar de peso, pero sin dejar de comer saludable y delicioso.
¿Cómo se come?
La chirimoya tiene un aroma muy rico y un sabor ligeramente ácido que recuerda a una combinación de piña y plátano.
Se suele comer con ayuda de una cuchara, tomando la pulpa blanca y jugosa, evitando las semillas. O bien, se puede preparar en aguas, batidos y helados, tal como la guanábana.
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