Dismorfia de selfie: El problema de autoestima que ocasionan los filtros
¿Te ha tocado ver esos TikToks de gente que llora cuando se pone un filtro...
¿Te ha tocado ver esos TikToks de gente que llora cuando se pone un filtro en la app? Al parecer esta situación se está convirtiendo en un problema de salud mental del que los expertos han investigado; se trata de la dismorfia de selfie.
Cada vez más personas se sienten personalmente atacadas por los filtros de belleza que se crean en las apps; quizá al principio parecía inofensivo tener orejitas y lengua de perro o un cuerno colorido de unicornio, pero al parecer esto cada vez llega más lejos.
De acuerdo con diversos estudios que se han impulsado desde 2016, la dismorfia de la selfie puede llegar a ser tan perjudicial que las personas comienzan a percibir una versión distorsionada de ellos mismos frente al espejo.
Los filtros han cambiado el juego dentro de la dinámica de las redes | Fuente: @Pexels
En la popular plataforma china de videos es común ver a chicas usando el filtro de «Pecas» o de «Rubor» e indicando que les gustaría verse como lucen en la animación; al grado de que, según los expertos, muchos comienzan a disociar entre su verdadera apariencia y lo que ven en la pantalla del celular.
¿Por qué es tan peligrosa la dismorfia de selfie? Expertos hablan
Todo parece indicar que cada vez menos personas están conformes con su apariencia, principalmente después de usar sin parar estos filtros que los ponen como personas completamente distintas a las que son en realidad.
Pómulos más definidos, nariz más afilada, cejas ubicadas en una postura diferente, proporciones del rostro más armoniosas o incluso pecas son los escenarios que se han vuelto normales de apreciar en el universo de los filtros de belleza en redes sociales y las selfies. Psicólogos indican que esto comienza a degradar la salud mental de la gente y la percepción de la realidad.
Padecer dismorfia de selfie no debe ser subestimado | Fuente: @Pexels
«La dismorfia del selfie entra dentro del espectro obsesivo-compulsivo, está muy infradiagnosticado y aboca a las personas a un estado de gran malestar. La necesidad continuada de hacerse fotos mediante aplicaciones para alterar su imagen real les aleja incluso de sus obligaciones y de la interacción física y real con las personas», indican los expertos de la Universidad de Kolkata.
Estas personas que no se perciben como en sus selfies, tanto así que disocian de la realidad y empiezan a anhelar verse como con esos filtros y la forma en la que lo consiguen es a través fe la cirugía estética.
Algunos indicadores importantes de este trastorno de la dismorfia del selfie:
- Les cuesta trabajo verse al espejo, se perciben como personas deformes o poco agraciadas, aunque no lo sean
- Recalcan frecuentemente sus defectos físicos, principalmente los del rostro
- Al verse al espejo pueden sufrir durar crisis emocionales
- Se sienten deprimidos con respecto a su apariencia
- Buscan constantemente métodos para transformar su apariencia
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