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La mollera sumida en bebés no es normal: Causas y posibles riesgos

Cuando hay un bebé en casa lo que más preocupa es su bienestar, se le...

Pamela Rodríguez Ordaz

Mollera sumida en bebés, causas y posibles riesgos
La mollera sumida en bebés no es normal: Causas y posibles riesgos | Fuente: Unsplash

Cuando hay un bebé en casa lo que más preocupa es su bienestar, se le procuran todos los cuidados y atenciones para que tenga buena salud, y, sin duda, una de las mayores preocupaciones es el cuidar de su cabeza, sin embargo, un problema que puede llegar a presentarse es el de la mollera sumida en los bebés, la cual no es una condición normal, y hoy te contaremos las causas y posibles riesgos.

El cráneo está conformado por varios huesos, no se trata de una estructura sólida y completa, hay 8 huesos en el cráneo y 14 en el área facial, mismos que se unen para proteger y sostener nuestro cerebro. Cuando nacemos, estos huesos no están “soldados”, esto, como una ayuda –muy sabia- de la naturaleza para que la cabeza pueda pasar vía parto, y con el tiempo estas estructuras se unen y endurecen.

La mollera es el nombre común que se le da a la fontanela anterior, un espacio entre el hueso frontal del cráneo y los parietales, donde no hay hueso, zona que no cierra hasta tiempo después y solo es motivo de preocupación si ésta no ha cerrado a los 18 meses de vida del pequeñito, pero, debido a que esta zona es muy delgada, puede presentar variaciones que podrían despertar las alarmas en los padres.

Las fontanelas, además, permiten el crecimiento del cerebro y el cráneo durante el primer año de vida de los bebés, pero estas deben sentirse firmes y muy ligeramente curvadas hacia adentro cuando son tocadas, pero cuando están notablemente hundidas ahí hay un problema.

La mollera sumida en bebés no es normal, causas y riesgos

Acude inmediatamente con un especialista de la salud | Fuente: Freepik

La mollera sumida en bebés no es normal: Causas y posibles riesgos

Cuando es notable que la mollera o fontanela está hundida es una señal de que el bebé no tiene suficiente líquido en el cuerpo y debe recibir atención médica de forma inmediata.

Las causas principales son:

Desnutrición: Ocurre cuando el recién nacido tiene una alteración en el proceso de absorción de los nutrientes, ya sea por una enfermedad, la alimentación o una intolerancia alimenticia.

Otra señal obvia de desnutrición es la pérdida de peso, además de diarreas, cambios en el color de la piel y el cabello, lento desarrollo y falta de apetito.

Deshidratación: Esta es casi siempre la causa de la mollera hundida en bebés y debe ser tratada con urgencia, ya que los pequeños corren más riesgo ante esta situación que un adulto. Además de la fontanela hundida, otros signos claros de deshidratación son pipí menos frecuente, fuerte y oscura, ojos hundidos, sed, respiración rápida, llanto sin lágrimas y somnolencia.

Ante estos síntomas es muy importante llevar inmediatamente a los bebés con su pediatra para que les dé un tratamiento y ajuste su dieta. En casos más graves, los bebés pueden quedarse en el hospital hasta mejorar su estado.

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Escrito por
Pamela Rodríguez Ordaz