Tal vez has intentado recordar tu infancia temprana más de una vez, cuando tus padres te contaban alguna anécdota o gracia que hacías de pequeño, pensaste que podrías recordar aquello; sin embargo, la gran mayoría de nosotros no tenemos recuerdos de cuando éramos bebés -lo cual no es sinónimo de problemas de salud mental-. Los científicos han acuñado el término “amnesia infantil” para resumirlo, pero hoy te contaremos por qué no recordamos nuestros primeros años de vida.
Las memorias de antes de los 7 años de edad no están claras, son efímeras y no siempre podemos separar los que son verdaderos recuerdos y los que están basados en conversaciones o fotografías, aunque han existido estudios que intentan darle una explicación aún no quedan del todo claro.
¿Los bebés pueden recordar? | Fuente: Pixabay
¿Los bebés tienen memoria?
Un estudio en Canadá, realizado por la Universidad Memorial de Terranova, encontró que alrededor de los cuatro años los niños aún pueden recordar sucesos de sus años previos, incluso antes de los 18 meses, pero cerca de los 6 años de edad todas estas memorias se habrán ido.
Quizá creas que los bebés y niños pequeños no tienen una memoria bien desarrollada y esta es la razón por la que no se almacenan sus recuerdos para la posteridad, pero la verdad es que pequeños de 6 meses pueden formar recuerdos a corto y a largo plazo.
Científicos demostraron que los bebés de medio año de edad aprendieron a usar una palanca para accionar un tren de juguete y recordaron esta acción hasta tres semanas después de haber visto este juguete.
La memoria de los bebés y niños pequeños no es igual a la de los adultos, se sigue desarrollando hasta la adolescencia.
¿Tiene explicación la amnesia infantil? | Fuente: Freepik
Posibles explicaciones de la amnesia infantil
La amnesia infantil es una de las mejores explicaciones que se dan a este fenómeno, estos procesos implican varias regiones en el cerebro como la formación, mantenimiento y recuperación de la memoria. El hipocampo, responsable de la formación de recuerdos, se sigue desarrollando hasta los siete años.
Otro factor importante por el que podríamos no recordar nuestros primeros años de vida es el lenguaje, ya que entre el año y los seis años de edad los niños pasan de hablar una sola palabra a dominar su lengua materna, produciendo cambios en su capacidad verbal, periodo que coincide con la amnesia infantil.
Se encontró también, gracias a una seria de entrevistas a niños pequeños, que los recuerdos preverbales se pierden su no se traducen a lenguaje.
La doctora Carole Peterson, profesora de psicología, dirigió un estudio que incluía a 140 niños de entre 4 y 13 años en el que los menores tenían que recordar sus experiencias más tempranas y cuándo habían sucedido. Se descubrió que los niños más pequeños tenían más recuerdos de sus primeros años, llegando incluso a los 18 meses de edad.
Dos años después los investigadores volvieron a hablar con los niños más jóvenes para conocer sus experiencias más tempranas y se mostraron resultados muy distintos, muchos de ellos ya ni siquiera recordaban las anécdotas que habían relatado la primera vez.
Los niños más grandes sí pudieron recordar las mismas experiencias de la primera entrevista. La doctora Peterson cree que esto se debe a que las memorias muy tempranas de los niños pequeños son frágiles y pueden borrarse con facilidad.
«Todo el fenómeno de la amnesia infantil es claramente un objetivo en movimiento para los niños. Y para los 10 años esos recuerdos parecen haberse cristalizados», reveló Peterson.
«De manera que nuestra ‘infancia psicológica’ comienza mucho más tarde que nuestra infancia real», agregó.
Otros estudios detallan que los recuerdos giran en torno a la función social de compartir dichas experiencias con los que nos rodean, por lo que los relatos familiares mantienen la accesibilidad del recuerdo a lo largo del tiempo.
El por qué no podemos retener recuerdos de nuestros primeros años de vida sigue siendo un misterio, algunos estudios señalan que se debe a que en los primeros años la información se almacena de forma diferente en nuestro cerebro, sin embargo, de forma extraña los primeros recuerdos son parte de nuestra formación como adultos, aunque los hayamos olvidado.
Información de CNN.
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