Quedarte dormido con tus hijos ayuda a su desarrollo: Beneficios del colecho
El colecho es una práctica común en la que bebés o niños pequeños duermen con...
El colecho es una práctica común en la que bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores, sin embargo para muchos esta práctica es algo que podría resultar problemático a largo plazo, pues se tiene la idea de que de esta forma los niños no logran acostumbrarse a dormir solos. Ahora te contamos los beneficios del colecho para la salud y desarrollo de los niños.
Estudios afirman que el contacto físico que se tiene con los hijos pequeños durante el colecho, les otorgan mayor sensación de estabilidad, ganancia de peso, relajación que influye en el ritmo cardíaco y control óptimo de la temperatura de sus cuerpos. En general, ayuda a disminuir los niveles de ansiedad y aumenta su seguridad.
Cuando las familias practican el colecho, una de las preguntas más frecuentes es… ¿Cuándo dejar de hacerlo? ¿Qué edad es la más apropiada para que los niños comiencen a dormir solos?
Conoce los beneficios de dormir con tus hijos | Fuente: Freepik
Beneficios del colecho, cómo aplicarlos en tu rutina en casa
Lo ideal sería esperar a que el pequeño se sienta listo para eso, pero algunos estudios sobre sueño infantil señalan que lo óptimo es que duerman con sus padres máximo hasta los 5 años de edad. El sueño es un proceso evolutivo, por lo tanto es importante esperar a que cada niño se sienta lo suficientemente seguro para querer dormir en su propia habitación.
En el proceso de sueño están involucrados diversos factores fisiológicos y psicológicos, por eso el tiempo que tardan en dejar de dormir con sus padres está relacionado con el tiempo que los niños tardan en comprender que en casa no hay ningún peligro y que sus padres están en una habitación cercana y acudirán siempre que lo necesiten.
Una forma de apoyar a los niños a alcanzar esa confianza es animarlos a pasar tiempo a solas en su habitación a partir de los 3 o 4 años de edad. De esta manera comenzarán a asimilar que pueden trabajar en su independencia y que no todo el tiempo deben estar pegados a sus padres para sentirse seguros.
Trata de no forzar el proceso, ve poco a poco y disfruta del tiempo que pases con ellos, recuerda que los niños crecen muy rápido y esos primeros cinco años de vida no se volverán a repetir.
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