Ya sea como un meme o como una realidad, muchos atletas novatos o experimentados padecen del dolor de rodilla; esto se debe en gran medida a que no existe una correcta prevención y cuidado de esta zona que se convierte en el principal pilar para sostener y mover al cuerpo en muchos momentos del día.
Expertos en medicina del deporte, así como en la prevención de lesiones físicas indican que hay diversas estrategias que hacen posible el cuidado adecuado de esta zona en el cuerpo. La rodilla es la articulación más grande y compleja, soporta todo el peso y recibe el impacto cuando pisamos.
El dolor de rodilla se puede prevenir antes, durante y después de la práctica de cualquier ejercicio; ya sea los corredores, ciclistas, nadadores o cualquier persona que siga una rutina de ejercicios, se verán beneficiados de estas sugerencias que ayudarán a fortalecer esta articulación.
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Ejercicios simples que beneficiarán a tus rodillas
Uno de los principales factores que debes considerar es que antes de pensar que las rodillas son la raíz del problema, quizá estás descuidando alguna otra zona importante del cuerpo. Esto puede ser porque no estás desplantando de manera correcta, depositas toda la carga en los tobillos o no ejercitas la espalda de forma completa.
El primer paso para prevenir el dolor de rodillas es cuidar la salud de los pies a través de rutinas de masaje miofascial; es fundamental mejorar la movilidad de los dedos, estirar la fascia plantar y fortalecer el empeine. La recomendación más efectiva es caminar descalzo, así como realizar estiramientos con una toalla o goma elástica.
El segundo paso para fortalecer esta articulación es realizar ejercicios de tobillo puesto que cuando no existe una estabilidad adecuada en la zona la rodilla compensará esa deficiencia; esto puede verse convertido en dolor o incluso una lesión.
El dolor de rodilla se puede prevenir antes, durante y después de la práctica de cualquier ejercicio. (Foto: Pexels)
Para hacerlos puedes tumbarte boca arriba con la zona lumbar apoyada o sentado en una silla; realizarás movimientos de tobillo hacia la flexión y la extensión en toda la amplitud posible; también lo harás de lado a lado. También haz movimientos circulares, se sugieren de 10 a 15 repeticiones de cada uno, dos veces al día.
El tercer paso es fortalecer los músculos que rodean la rodilla, el movimiento más adecuado es practicar la sentadilla búlgara. Por último, pero no menos importante, debes trabajar también el abdomen en sus diferentes variaciones para seguir fortaleciendo tu cuerpo y así evitar una posible lesión de rodilla.
Con información de Vitónica
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