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Toma de temperatura, tapetes sanitizantes y otras medidas que no sirven contra el COVID-19

temperatura en la muñeca covid-19

La toma de temperatura el poco precisa y no alerta sobre casos asintomáticos. | Foto: Freepik

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A 11 meses de la pandemia en México, hemos ido aprendiendo muchas medidas de salud y desinfección para prevenir los contagios, y así como ha transcurrido el tiempo, se han ido aclarando dudas respecto a estos protocolos como lo son el uso de tapetes sanitizantes, toma de temperatura, entre otras medidas que no sirven para prevenir el COVID-19.

Desinfectar como locos todo lo que tocamos o puede ser tocado, desinfectar nuestra ropa, que nos tomen la temperatura antes de entrar al super, podrían solo ser una enorme distracción de las medidas que realmente funcionan. Eso sin mencionar que algunas de estas medidas pueden ser algo dañinas y encima de todo, generan un enorme desperdicio de recursos.

¿Por qué? Pues como ya mencionamos, la investigación ha ido evolucionando conforme la pandemia ha avanzado, lo que ha llevado a que algunas medidas que se creían válidas para contener el COVID-19, dejen de tener consistencia científica, aunque se sigan usando por doquier.

Toma de temperatura

La evolución de la pandemia y los hallazgos desde lo epidemiológico han demostrado, por ejemplo, que la toma de temperatura en lugares públicos, es una medida poco efectiva.

De acuerdo con el infectólogo Carlos Álvarez, esta toma de temperatura no permite identificar con certeza señales de infección por COVID-19 ya que muchos portadores del virus son asintomáticos.

Y en la mayoría de los casos, el proceso de la toma de temperatura no se registra con criterios técnicos ni por personal de salud o capacitado y tampoco hay claridad sobre la calibración del instrumento que se ocupa para medirla.

Además, la fecha no hay muchos registros sobre casos hallados a partir de la aplicación de esta medida, por lo que Álvarez sostiene que no aporta gran cosa.

Tapetes sanitizantes

Hace más de un año que surgieron los peculiares y ya famosos tapetes sanitizantes específicos para la limpieza de los zapatos. Una medida de higiene y salud que empezó a utilizarse en los hogares y entradas de todos los establecimientos.

Sin embargo, según el infectólogo Carlos Pérez, «no hay razón para pensar que la contaminación del calzado sea fundamental en la transmisión viral». De hecho, expone que se ha demostrado que es poco probable que el virus sobreviva por largos periodos en el suelo.

Por su parte, el infectólogo, llama la atención en que muchas personas dedican más tiempo limpiando sus zapatos que al lavando sus manos, una medida que sí elimina efectivamente el virus, según se ha probado.

Desinfectar ropa por medio de aspersión de químicos

En la desesperación por querer desinfectarlo todo como si en realidad fuera así de útil, se comenzó a acostumbrar que a las personas se les rocíe químicos o alcohol sobre la ropa y, peor aún, sobre las personas mismas. Esto por medio de aparatos de aspersión, atomizadores manuales o con cabinas.

Agencias de salud como el Ministerio de Salud de Colombia, han desestimado esta práctica hace ya algunos meses y alertan que podría, por el contrario, generar afectaciones en la salud porque no todos los químicos usados han sido aprobados para utilizar en las personas.

La desinfección de las calles podría ser solo un desperdicio de recursos. | Foto: Freepik

Desinfectar superficies

La desinfección de superficies para evitar el COVID-19 tiene su validez y sigue siendo indispensable, muy específicamente en en sitios donde exista alta concentración viral como los hospitales. Sin embargo, esa costumbre de querer desinfectarlo todo todo el tiempo no tiene tanta utilidad como nos lo han hecho creer todo este tiempo.

No se descarta su necesidad, sin embargo, se ha ido descubriendo que rara vez el COVID-19 se propaga por medio de las superficies que constantemente tocamos.

Emanuel Goldman, un microbiólogo de la Facultad de Medicina de Rutgers New Jersey en Newark, fue de los primeros en analizar más de cerca la evidencia en torno a las superficies, encontrando fue que había poco que apoyara la idea de que el COVID-19 pasa de una persona a otra a través de dichas superficies contaminadas.

Al menos así lo escribió de manera crítica para la revista The Lancet Infectious Diseases el pasado mes de julio, argumentando que las superficies presentaban relativamente poco riesgo de transmitir el virus.

También, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE.UU. establece que la transmisión a través de superficies “no se cree que sea una forma común de propagación de COVID-19”.

Lo importante es lavar y desinfectar las manos constantemente, más allá de las superficies. Aunque claro, en casa se sigue recomendando extremar la limpieza.

¿Qué si funciona?

A medida que la evidencia se ha ido acumulando conforme al avance de la pandemia, lo que se comprendía sobre el virus ha ido cambiando.

Todos los estudios e investigaciones de los brotes apuntan a que la mayoría de las transmisiones ocurren como resultado de que las personas infectadas arrojan gotas grandes y pequeñas partículas llamadas aerosoles cuando tosen, hablan o respiran.

Por ello, las medidas que realmente funcionan son, por ejemplo, la ventilación. El infectólogo Carlos Pérez sostiene que en este tiempo sí se ha comprobado que ventilar bien los espacios cerrados es una medida muy efectiva.

“Abrir una ventana o una puerta en un espacio cerrado puede actuar contra el virus de una mejor manera que todas las otras, que parecen más teatro. La ventilación es una medida cardinal en el control de la dispersión viral”, menciona.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos así como todas las agencias de salud a nivel global recomiendan el uso de cubrebocas de varias capas bien ajustados.

En caso de que no se tenga un cubrebocas con dichas características, se ha mencionado que dos mascarillas (una quirúrgica y encima otra de tela, por ejemplo) resulta útil, aunque de ninguna manera se recomienda de manera general doble tapabocas.

Finalmente se agregan como medidas que si funcionan contra el COVID-19 el constante lavado de manos y la sana distancia de al menos un metro y medio entre personas.

En Viviendo en Casa proporcionamos información de salud con fines de divulgación que de ninguna manera sustituye valoraciones médicas o consultas de cualquier profesional de la salud.

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