A sus 38 años, Michelle Rodríguez ya es una de las comediantes y actrices más notables de México y es precisamente gracias a su éxito que en días recientes pudo mudarse a su nuevo y «humilde» hogar.
Rodríguez está tan orgullosa de la propiedad que compró que no pudo negarse a abrir sus puertas a Isabel Fernández y su programa de YouTube ‘Cuando nadie me ve’, dónde le hizo un tour detallado de su casa con esa explosiva personalidad que tanto la distingue.
«Bienvenidos a este su humilde hogar, que no es humilde, ni es su hogar», se puede leer en una de las placas de la entrada a manera de broma junto a una fotografía de la celebridad. Y es que, en efecto, de humilde no tiene nada.
Rodríguez, quién interpreta a «Toña» en la serie «40 y 20» y participa en otras producciones de teatro, televisión y cine, permitió conocer algunos de los rincones más íntimos de su nueva y acogedora vivienda en la Ciudad de México, pasando desde su simpático vestíbulo con retratos de al actriz, hasta un amplio jardín con alberca.
Los sitios divertidos de la casa de Michelle Rodríguez
Uno de los espacios que más destacan es su cocina, la cual tiene un estilo muy moderno con isla central, alacenas color chocolate y electrodomésticos de acero inoxidable. Además de tu antecomedor de madera para seis personas.
La comediante explicó que este es uno de sus lugares favoritos de la casa, ya que es donde suele haber más convivencia cuando tiene invitados.
Un detalle curioso es que a pesar de que confesó no beber alcohol, Rodríguez sí cuenta con un bar. Justo a un lado tiene un espacio de esparcimiento con juegos de mesa, lo que deja claro que la actriz está preparada para recibir a sus amigos y ofrecerles un buen rato de entretenimiento.
Por otro lado, la sala de estar se encuentra completamente vacía por el momento, pues aún falta comprar algunos muebles. Sin embargo, ya se puede apreciar un espejo de cuerpo completo y una gran chimenea pintada de rosa mexicano.
Finalmente, en el patio trasero con terraza llaman la atención las áreas verdes y una pequeña piscina montable, así como una fuente. Todo rodeado de una lujosa pared de piedra.
Michelle comentó que aún faltan acondicionar varias habitaciones, como su estudio, el cual piensa convertir en una especie de «egoteca» con las placas y reconocimientos que ha ganado a lo largo de su exitosa trayectoria.
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