Los ofrenderos, niños que piden su calaverita con un chilacayote al sur de la CDMX

Quizá una de las cosas más bellas de la temporada de Día de Muertos es conocer las diversas tradiciones y costumbres que se tienen en México. Por ello, ahora te contaremos más sobre los ofrenderos, niños que piden su calaverita con un chilacayote la noche del 1 de noviembre.

Mientras que en Estados Unidos se tiene arraigada la tradición de salir a las calles en Halloween a pedir «dulce o truco» y a tallar calabazas para decorar la casa; en México también se tiene una actividad similar, pero con un toque muy singular. 

 Lo primero que debes saber es que el chilacayote es un tipo de calabaza que proviene de la familia de las cucurbitáceas. De acuerdo con la Revista del Consumidor, «la palabra chilacayote proviene del náhuatl tzilacayotli: “tzilac”, que significa liso, y “ayotli”, que es calabaza. Es decir: calabaza lisa».

Así como en otros puntos de la República Mexicana existen numerosas actividades para que los niños se integren a las festividades de Día de Muertos, en la Ciudad de México es una tradición el «salir a pedir calaverita» con chilacayote en mano.

¿En qué consiste la tradición de los ofrenderos en Día de Muertos?

Esta actividad está muy arraigada en el sur y oriente de la Ciudad de México, desde los abuelos a las generaciones más jóvenes comienzan a aprender que cuando se acercan las festividades, es momento de conseguir el chilacayote más bonito.

¿La razón? Así como en el país vecino tallan calabazas, en México se hace lo propio con esta calabaza lisa. Se le da una forma, se le quita el relleno y dentro se coloca una vela para así salir la noche del 1 de noviembre a «pedir calaverita». 

Hace algunas generaciones atrás, cuando la inseguridad no era parte del día a día, los ofrenderos solían ir de casa en casa con chilacayote en mano, cantando y rezando, pidiendo a los vecinos que les dieran un poco de su ofrenda. 

Daban pan, fruta, golletes y algunos otros elementos de la ofrenda; en la actualidad es más común ver a los niños caminando por las calles con su chilacayote, pero ahora solo piden dulces en negocios o a gente que entrega dulces en esta fecha especial.

Por otra parte, los chilacayotes también se usan en las famosas lumbradas, una tradición que aún se conserva en algunos lugares de Tláhuac. En la cruz del difunto se coloca este chilacayote para iluminar su camino.

¿Qué te parecen estas hermosas tradiciones de Día de Muertos?

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