“Chachas”, “criadas”, “sirvientas”, “muchachas”… por años, las trabajadoras del hogar han tenido que soportar ser llamadas con expresiones despectivas y discriminatorias solo por el hecho de dedicarse a una labor perfectamente digna: la limpieza del hogar ¿Por qué no debes llamarlas así y cómo es correcto? Trabajadoras del hogar.
El trabajo doméstico -que realizan casi en su totalidad mujeres y niñas- ha sido una de las ocupaciones más invisibilizadas e infravaloradas del mercado laboral informal.
Sometidas a tratos violentos y casi infrahumanos, con largas jornadas de trabajo y privándolas de sus derechos humanos y laborales. Algunos consideran que este trabajo también resulta en una forma de esclavitud moderna.
Las personas trabajadoras del hogar merecen respeto | Fuente: Freepik
Según datos de 2021 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, actualmente existen alrededor de 2.5 millones de trabajadoras del hogar en México y más del 90% son mujeres, quienes realizan actividades de servicio, limpieza y cuidados a terceros.
De estos 2.5 millones todavía más del 75% todavía sufre de carencias y acceso limitado a prestaciones y un sueldo digno: seguridad social, salud, contratos de trabajo, aguinaldo, vacaciones y otras condiciones mínimas establecidas por la ley, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Trabajadoras del hogar, los problemas de la discriminación
Se trata sin duda de una problemática que aún está muy presente y que tiene su origen en la manera en la que se concibió desde un principio el servicio doméstico.
Empezando porque antiguamente, desde la época colonial, muchas menores de edad eran llevadas por sus padres a trabajar a las grandes casas de su pueblo o de la ciudad, incluso desde los 10 años.
Debes conocer los derechos de las trabajadoras del hogar | Fuente: Freepik
Desde entonces el trabajo en el hogar ya era catalogado como una mera asistencia y hasta como una cuestión inherente de las personas de bajos recursos y provenientes de los pueblos originarios, una visión clasista que a lo largo de la historia ha discriminado, maltratado y humillado a las mujeres y niñas del país.
Hoy, la concepción del trabajo del hogar está adquiriendo un matiz distinto dentro de la sociedad mexicana gracias a la lucha de personas, organizaciones, sindicatos y gobierno que han impulsado su reconocimiento como un trabajo digno que debe contar con todas las garantías.
Derechos y seguro para las personas que hacen labores doméstica
Uno de sus primeros logros fue la instauración del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar el 30 de marzo de 1988 en Bogotá, Colombia, fecha en la que se decidió que el término correcto para referirse a ellas era como trabajadoras del hogar.
En el caso de México, cerca de 2 mil 123 mujeres votaron por el nombre de empleadas del hogar; como un primer paso hacia la dignificación de sus labores.
La lucha para dignificar a las trabajadoras del hogar ha sido larga, pero gracias a una serie de modificaciones en la legislación mexicana, ahora no solo tienen derechos garantizados por la ley.
Desde servicios médicos, incapacidades, pensión por vejez, prestaciones sociales; también las protege ante cualquier trato que vulnere su dignidad y las haga víctimas de discriminación y violencia. Todas estas normas puedes encontrarlas en la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social.
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