Ofrenda prehispánica de Día de muertos: Así se preparaban nuestros antepasados
Aunque Día de Muertos es una tradición significativa prácticamente para el país entero, hay costumbres...
Aunque Día de Muertos es una tradición significativa prácticamente para el país entero, hay costumbres que varían de región a región, además, la celebración se ha ido modificando con el paso del tiempo. Te contamos cómo se veía una ofrenda prehispánica de Día de muertos.
La raíz del festejo, como lo conocemos hoy, se ubica entre los rituales religiosos católicos traídos por los españoles a tierra azteca y los rituales que realizaban los mexicas, mixtecas, zapotecas, tlaxcaltecas y otros pueblos originarios de nuestro país.
En la época prehispánica, los altares no incluían todos los elementos que hoy son tan importantes. El papel picado que sentimos tan nuestro, por ejemplo, proviene de la cultura china fusionada con las costumbres europeas del siglo XVI. El Día de Muertos del México prehispánico lucía muy diferente.
La ofrenda acompañaba al difunto rumbo al Mictlán | Foto: Pinterest
¿Cómo era una Ofrenda prehispánica de Día de muertos?
El componente indígena del culto a los muertos en México tiene todo que ver con el altar que honra la vida de los que se nos adelantaron, sin embargo, en aquel entonces la atención estaba puesta en los rituales mortuorios que pretendían encaminar el «alma» del difunto hacia el espacio-tiempo de la muerte, la degradación del cadáver y acompañar el dolor de los vivos.
La ofrenda prehispánica de Día de muertos no se colocaba alrededor del 1 y 2 de noviembre, las ofrendas eran solo parte del rito funerario. Al occiso se le enterraba con con ropa y joyas, con comida, agua, y otros elementos que podrían servirle al ánima en su camino al Mictlán, el lugar de los muertos.
A los muertos se les enterraba con joyas y piezas de arte | Foto: Instagram
Pero eso no era todo, los cadáveres eran enterrados con perros que les servían de guía durante su viaje al inframundo. Los pueblos originarios pensaban que el espíritu del muerto llegaba al río del Mictlán, encontraba al de su perro y lo montaba para atravesarlo. Y sí, muchas veces sacrificaban al perro del difunto sin importar su condición.
A los gobernantes y las clases privilegiadas se les enterraba con sus esclavos, ellos eran sus acompañantes. No existía propiamente un Día de Muertos del México prehispánico, pero vaya que en aquel entonces se sentaron las bases de los rituales que tanto amamos.
Ya sabes cómo lucía una ofrenda prehispánica de Día de muertos y la importancia de honrar hoy a nuestros difuntos.
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