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¿Por qué no se deben lavar los trastes cuando estás de visita? Esta es la poderosa razón

Si a ti también te dijeron que “la gente acomedida donde quiera cabe”, seguro ofreces...

Belem Capetillo

por que no lavar trastes estas de visita
Podría ser peligroso | Foto: Unsplash

Si a ti también te dijeron que “la gente acomedida donde quiera cabe”, seguro ofreces tu ayuda cuando estás de visita y la aceptas cuando tú eres la anfitriona, pero podría ser peligroso en términos de espiritualidad. Te explicamos por qué no se deben lavar los trastes cuando estás de visita.

Cuando una persona te abre su casa está abriéndote su corazón y dejándote entrar a su espacio más preciado, por supuesto no es algo que debe tomarse a la ligera. Ser puntual, no mover nada sin preguntar y levantar los platos de la mesa después de comer habla bien de ti, pero no deberías ir más allá.

Un hogar contiene la energía de quienes lo habitan, por eso es que no es poco común que, después de que se van las visitas, las vibraciones cambien. No tiene que ver necesariamente con la malicia de las visitas, sino con que los objetos y las paredes terminan por absorber su estrés y preocupaciones.

no dejar que visitas laven trastes

La energía en tu casa podría sufrir un bloqueo | Foto: Unsplash

¿Por qué no se deben lavar los trastes cuando estás de visita?

Después de leer esto, no volverás a dejar que las visitas laven tus trastes en casa, por supuesto, tampoco deberías hacerlo en sus hogares. Y es que resulta que, aunque sea gente muy buena, dejan una nueva huella energética en platos, vasos y demás utensilios de la cocina.

No se deben lavar los trastes cuando estás de visita porque impregnarías tu vibración en un espacio que no te pertenece. Y, a pesar de que no sea tu intención, podrías provocar bloqueos energéticos que dañan las dinámicas familiares.

no lavar trastes ajenos

Estás impregnando su espacio con tu vibración | Foto: Unsplash

Así que mejor ayuda con otras labores cuando estés en casa ajena y rechaza la propuesta cuando tengas visitas en casa, eso sí, hazlo con amabilidad y agradeciendo el gesto. Se puede ser educado y, sin embargo, establecer límites.

Ya sabes por qué evitar que las visitas laven tus trastes, pero además asegúrate de no dejar platos sucios en el fregadero durante la noche porque, como decían las abuelitas, los espíritus hambrientos pueden llegar hasta tu casa para alimentarse de los restos de comida. ¡A lavar se ha dicho!

Más vale no lavar los trastes cuando estás de visita y cuidar de tu espiritualidad y de la de los otros.

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Escrito por
Belem Capetillo