¿Por qué se dan aguinaldos en las posadas navideñas? El significado de estos dulces

Cuando hablamos de Navidad, hablamos de posadas, y cuando nos referimos a estas celebraciones, irremediablemente recordamos la diversión de la piñata, el delicioso aroma del ponche calientito, las luces de bengala y, por supuesto, aquellas bolsitas llenas de dulces y cacahuates que tanto nos gustaban de pequeños. Sin embargo, ¿realmente conoces el origen de las posadas navideñas y por qué se dan aguinaldos?

Con la llegada de los españoles, también arribaron festejos nuevos como las «misas de aguinaldo», en las cuales se solían leer pasajes de la Biblia, se realizaban representaciones alusivas a la Navidad -o lo que hoy en día conocemos como pastorelas- y se daban pequeños regalos llamados «aguinaldos» a los asistentes a las misas.

Por otra parte, también se cree que el origen real de los aguinaldos navideños proviene del reinado de Rómulo en la antigua Roma (aunque en ese entonces no estaba relacionado con la Navidad); la tradición consistía en que los empleados del monarca le regalaban algunas ramas de un árbol frutal del bosque de Strenia, la diosa de la salud y la fortuna, como una ofrenda considerada de buena suerte para iniciar un nuevo año.

Con el paso del tiempo, la tradición habría cambiado para ofrendar piezas de oro u otros objetos de valor, y finalmente, en la época moderna se determinó que los regalos no debían ser tan costosos y se sustituyeron por dulces y frutas como hasta ahora lo hacemos.

La forma de celebrar las posadas ha cambiado con el tiempo, sin embargo la esencia de la tradición no ha sido modificada. Los colores, aromas, aguinaldos navideños y cantos para «pedir posada» siguen uniendo a niños, jóvenes y adultos.

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