La prisa se convirtió en un estilo de vida, sin embargo, la pandemia por COVID nos hizo detenernos y revalorar aquello que queremos y que hacemos para conseguirlo. Por eso es que la psicología y sus profesionales promueven una nueva forma de vivir: slow life.
Cambiarnos nuestros hábitos y, en consecuencia, la manera en la que conectamos con otros y con nosotros mismos. Pasamos más tiempo en casa, dejamos de correr y nos encontramos siendo más optimistas.
Lo que pasó es que, casi sin saber, empezamos a vivir un poquito más lento, sin prisas por llegar al trabajo. Y la propuesta del slow life va justo por esa línea, solo que habrá que llevar la dinámica de este confinamiento a la nueva normalidad.
También hay que comer lento y disfrutar del momento | Foto: Pexels
¿Cómo practicar el slow life?
Slow life significa, literal, “vida lenta”. Y no significa que hay que tirarse en el sofá y dejar que esperar a que lleguen las cosas, habrá que hacer que pasen, pero esta vez sin agobios y con un plan eficiente.
Fue en Italia cuando, a finales de los 80, se originó este movimiento como respuesta a la invasión del fast food o “comida rápida”. Se busca ralentizar la velocidad en la comida, en el trabajo, en la escuela y en el día a día.
Esto es lo que debes saber | Foto: Pexels
Esta práctica se volvió a poner de moda luego de que el mundo disfrutara, en mayor o menor medida, de quedarse en casa, comer en más de 20 minutos y disfrutar de un baño caliente por las mañanas.
La propuesta del concepto es encontrar un punto de equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, promover la salud, las relaciones sanas, la comunicación y la buena vida.
Usa la tecnología, pero a tu favor | Foto: Pexels
Y estas son algunas claves para que vivir lento sea un estilo sostenible:
- Prueba la meditación. Te ayudará a relajar la mente, mejorar la concentración y dormir como bebé.
- Pasa tiempo al aire libre. Combate la depresión, la ansiedad y mejora el rendimiento laboral y académico. Intercala un momento de estrés por uno de relax.
- A la mesa, sin celular. Disfruta de la comida, del slow eating, de quienes te rodean y de un momento que no volverá a repetirse.
- Usa la tecnología como medio y no como fin. Promueve su uso, pero con medida y a tu beneficio. No dejes que te consuma.
- Un extra de mimos. Descansar y pasarla bien no es un lujo, es una necesidad. Así que dale a tu cuerpo y a tu mente lo que necesitan.
La psicología recomienda vivir más lento, inténtalo.
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